El 29 de agosto de 2003, Sofia Coppola presentó en el Festival de Cine de Telluride su película Lost in Translation, una comedia romántica protagonizada por Scarlett Johansson y Bill Murray que le valió a la hija de los cineastas Eleanor y Francis Ford Coppola su única nominación al Oscar a Mejor Directora.
Ampliamente considerada como una de las mejores cintas independientes del cine moderno, Lost in Translation también cosechó otras dos nominaciones a los Premios de la Academia en los rubros de Mejor Película y Mejor Actor para Murray, mientras que Coppola terminó ganando la estatuilla a Mejor Guion Original en lo que fue un año extremadamente competitivo en la industria.
Filmada en 16 mm, el impacto del largometraje ofreció un punto de vista alternativo sobre Hollywood en ese momento y, con un presupuesto de solo 4 millones de dólares, esta película que explora temas como la soledad, insomnio, tedio existencial y conmoción cultural en el contexto de una ciudad japonesa moderna terminó recaudando más de 119 millones de verdes en la taquilla, compitiendo así con los grandes títulos de la época.
Como ocurre con todos los grandes films de la historia del séptimo arte, siempre es una buena oportunidad para recordarlos y, por qué no, volver a verlos. Para sumar a esa experiencia, a continuación te dejamos algunas imágenes del detrás de cámara de Lost in Translation.