A pesar de ser una de sus películas favoritas, Quentin Tarantino no dudó en hacer públicas ciertas críticas hacia Taxi Driver (1976) de su colega Martin Scorsese, alegando que algunas elecciones de reparto diluyeron el guion original. Esto se vio reflejado en un capítulo del flamante libro del director estadounidense, Cinema Speculation, donde tampoco escatimó en elogios, sentenciando que dicho film “puede ser el mejor estudio de personajes en primera persona”.
El tópico central que remarcó Tarantino, y desde donde se apoyó para criticar tanto al estudio Columbia Pictures como al director ítaloamericano, fue acerca de “la raza de varios personajes secundarios, argumentando que diluía el guion original” escrito por Paul Schrader, según informa NME.
En este sentido, el autor de Pulp Fiction toma por caso el personaje Sport, un proxeneta interpretado por Harvey Keitel que originalmente sería afroamericano, pero acabó siendo blanco. Al respecto, el nacido en Tennessee opinó que hubiese sido importante ver más interacciones entre el personaje principal, Travis Bickle (encarnado por Robert De Niro), y miembros de la comunidad afro con el fin de enfatizar el racismo que desarrolla a lo largo de su narrativa.
Al profundizar en esto, escribió en dicho libro: “La película deja en claro que ve a los hombres negros como figuras de criminalidad malévola. Le repugna cualquier contacto con ellos. Deben ser temidos o por lo menos evitados. Y dado que vemos la película desde el punto de vista de Travis, también lo vemos así”. En esa línea, agregó que “los productores y Columbia Pictures le pidieron a Schrader que cambiara el personaje de Sport de negro a blanco porque los disturbios raciales de unos años antes todavía proyectaban una sombra alargada“.
Tarantino se pregunta también, retóricamente, si es posible que el estudio a cargo sea “tímido con una película provocativa como Taxi Driver”, a lo cual instantáneamente se responde: “Demonios, sí, más de treinta años después, Columbia Pictures fue muy tímida sobre la reacción a Django Unchained”.
Y agregó: “¿Y quién no podría manejar eso? ¿Las audiencias negras? ¿O es más probable que los blancos que financiaron la película fueran los que se sintieron incómodos con las imágenes del guion original de Schrader? ¿Tan incómodos que el miedo a que los hombres negros causaran violencia en los cines haya sido convenientemente sacado a relucir como una excusa para cambiar el color de Sport de negro a blanco?”.
La crítica acaba cayendo de una forma bastante equitativa tanto sobre Scorsese como sobre los productores, sentenciando que el cambio de piel del proxeneta fue un “compromiso social”.