El cine quinqui, un subgénero cinematográfico que floreció en la España de los años 70 y 80, se convirtió en un vehículo artístico para darle voz a una galería de personajes excéntricos que perdura hasta la actualidad. A través de una mirada cruda y sin concesiones, estas películas plasmaban la vida en la periferia, explorando temas como la juventud desencantada, la violencia, la drogadicción y la lucha por la supervivencia.
En Navajeros, el director Eloy de la Iglesia sintetizó la filosofía quinqui en una poderosa cita del pensador chino Ten Si: “Los hombres no se hacen criminales porque lo quieran, sino que se ven conducidos hacia el delito por la miseria y la necesidad“. A modo de batallón, los cineastas posteriores supieron denunciar de distintas maneras los infortunios de una población en constante cambio.
En este repaso por 10 de sus películas más importantes, nos adentraremos en un mundo oscuro y fascinante, donde la pasión y la adrenalina se entrelazan con la desesperanza y la búsqueda de un lugar. Desde Perros callejeros (1977) que marcó el inicio de este movimiento, hasta Quinqui Stars (2014), la cual aborda su legado en boga, cada film reflexiona a su manera sobre la complejidad humana y las circunstancias que forjan el destino sociocultural.
Perros callejeros
1977 – Dir: José Antonio de la Loma
En los suburbios olvidados de Barcelona, se alza una pandilla de almas errantes, envueltas en la penumbra del crimen y la desesperación. Primera parte de la famosa trilogía del cine “quinqui” de José Antonio de la Loma, Perros callejeros hace un retrato de calles inhóspitas, gobernadas por quinceañeros rebeldes en una danza peligrosa, dedicados al robo de coches y asaltos. Como lobos hambrientos, acechan y atacan en lugares apartados, desvalijando y profanando la inocencia de quien aparezca en su camino. Con la policía pisándoles los talones, desafían la ley y se lanzan al abismo, sacrificando todo por un gramo de libertad. En esta sinfonía del desamparo, se revela el pesar de una juventud perdida, desgarrada por las heridas de la vida y anhelando encontrar una vía de redención.
Deprisa, deprisa
1981 – Dir: Carlos Saura
Bajo el cielo de una era post Franco, se devela el latir apasionado de cuatro espíritus ansiosos por alcanzar lo efímero y dejar atrás su realidad asfixiante. Carlos Saura se aventura en los abismos para rescatar a un grupo de jóvenes que deben madurar rápidamente. Entre sombras de crisis y libertad malinterpretada, droga y delincuencia, se refleja un paisaje urbano desolado y olvidado. El resultado es un clásico quinqui cargado de adrenalina, donde la vida y la muerte se avecinan a la vuelta de la esquina. Deprisa, deprisa es una oda a la rebeldía, que ansía desafiar las reglas y alcanzar lo imposible, cueste lo que cueste. “Si me das a elegir entre tú y la gloria, me quedo contigo”, dice el clásico memorable de Los Chunguitos que enaltece esta desdicha de un amor ardiente y clandestino, donde dos corazones de barrio encuentran refugio en la intensidad de lo prohibido.
El pico
1983 – Dir: Eloy de la Iglesia
Mucho antes de que Trainspotting (1996) maravillara al mundo, Eloy de la Iglesia inmortalizó con agujas las penumbras de Bilbao. Paco y Urko se desvanecen al galope de un caballo indomable con sus venas convertidas en sendas inciertas. El padre de uno es policía, el del otro comunista. Atrapados en el torbellino del oscuro submundo que los rodea, son reclutados por sombríos jinetes que manejan los hilos del destino, mientras la heroína canta un hechizo seductor que los arrastra sin tregua. Cruda como la realidad, El pico pone sobre la mesa debates acerca de la juventud y la devastación causada por el consumo de drogas en la España de la época. El film tuvo un impacto significativo tanto en la cinefilia como en la sociedad, y es considerada una de las obras más relevantes de la quinquidelia, a tal punto que un año después se estrenó su secuela.
¿Qué he hecho yo para merecer esto?
1984 – Dir: Pedro Almodóvar
Si Entre tinieblas (1983) afiló el componente ácido del popular cineasta en sus inicios, la tragicomedia inherente a su cuarto largometraje se despliega con un toque magistral, equilibrando humor negro y melancolía. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? fue la película que catapultó al estrellato a Pedro Almodóvar, elevándolo a nuevas alturas creativas. Sobre un frenesí delirante, retrata los días de Gloria, una ama de casa frustrada, quien se debate entre las labores del hogar y su adicción a las anfetaminas. Al principio, el film dividió las aguas de la crítica internacional, pero pronto se reveló como una pieza de culto cuando Almodóvar patentó su irreverente claroscuro en la pantalla. Una prueba fehaciente de su genialidad, donde la audacia y la excentricidad encuentran su lugar en el sombrío lienzo de una vida cotidiana desesperante.
El Lute: Camina o revienta
1987 – Dir: Vicente Aranda
El Lute sigue la vida de Eleuterio Sánchez desde su infancia hasta su adultez, centrándose en sus experiencias como delincuente y fugitivo en los años 60 y 70. La película muestra sus andanzas, su capacidad para evadir a las autoridades y su búsqueda de una vida mejor. A lo largo de la historia, se exploran temas como la pobreza, la injusticia social y la determinación de un hombre para sobrevivir en circunstancias adversas. Un personaje admirable, cuyo ciclo vital abraza la transgresión y el orden, tejido en los hilos del dramatismo y la heroicidad en plena era del franquismo. Un mito de lucha entre la libertad y la opresión, encontrando su epopeya en la valentía de enfrentar el destino con honor. Al igual que El Pico, esta película también fue seguida por una secuela titulada El Lute II: mañana seré libre (1988).
Historias del Kronen
1995 – Dir: Montxo Armendáriz
Luego de dirigir Tasio (1984) y 27 horas (1986), Montxo Armendáriz extendió la proeza a mediados de los noventa, desnudando los anhelos y desencantos de la juventud. En Historias del Kronen, el cineasta español logra transmitir la intensidad y ambigüedad de la transición hacia la adultez, capturando momentos de euforia, desesperación y reflexión en el laberinto emocional de sus protagonistas. La velocidad, la música y las drogas son solo algunas de las herramientas utilizadas para exprimir cada noche hasta el amanecer. La adrenalina de correr al filo del peligro se convierte en un refugio efímero, un escape temporal de la realidad que, sin embargo, les enfrenta a la magnitud y el vértigo de su existencia. Nominada a la Palma de Oro del Festival de Cannes, Historias del Kronen se revela como un poderoso retrato generacional en búsqueda de la identidad y sentido terrenal.
El bola
2000 – Dir: Achero Mañas
En un entorno sórdido y violento, un niño de 12 años está atrapado en el silencio debido a su situación familiar desgarradora. Sin embargo, su vida da un giro cuando un nuevo compañero de clase llega al colegio, brindándole la oportunidad de descubrir una realidad familiar completamente ajena. El bola es una obra cinematográfica que toca el corazón del espectador al mostrar cómo la amistad puede ser un bálsamo sanador en medio de circunstancias dolorosas. Achero Mañas presenta una narrativa sin sentimentalismos, dejando el desenlace en suspenso para que el espectador reflexione y sienta cómo la sed de justicia social lo carcome desde adentro. Una joya del cine quinqui dosmilero, esencial para aquellos que buscan autenticidad, humanidad y aprecian el drama cinematográfico en su máxima expresión.
7 vírgenes
2005 – Dir: Alberto Rodríguez
Alberto Rodríguez, cineasta reconocido por títulos de la talla de La isla mínima (2014) y Modelo 77 (2022), también contribuyó con su grano de arena en el revival del quinqui que conquistó el nuevo milenio. 7 vírgenes presenta un delincuente que ha sido liberado temporalmente de un centro de detención juvenil para asistir a la boda de su hermano. En esta jornada intensa y nocturna, Tano se embarca en una odisea callejera, acompañado por su amigo Richi, se convierte en un viaje introspectivo donde confronta su pasado, sus errores y las oportunidades perdidas. Bajo el manto de la noche sevillana, 7 vírgenes nos conduce por un sendero de autodescubrimiento y esperanza, revelando los destellos ocultos en la sinuosidad de la juventud marginada.
Criando ratas
2016 – Dir: Carlos Salado
Tal como lo afirma su leyenda: Criando ratas es “un viaje al universo neoquinqui”, que recupera la tradición en un urgente y vertiginoso (g)rito satánico. El film retrata de manera voraz la realidad de los barrios de la periferia, donde la la violencia acecha en cada esquina a punta de pistola o de cualquier estupefaciente. Criando ratas arroja luz sobre los obstáculos que enfrentan los jóvenes marginados, condenados a una espiral de pobreza y criminalidad. Carlos Salado muestra la lucha interna de Cristo por escapar de un peligro predestinado, enfrentando sus propias sombras y demonios internos. Con una narrativa inquietante, y ultradepurada, un protagonista tan simpático como aberrante, y la ética despedazada del yonqui, Criando ratas es un testimonio crítico de la España contemporánea y una realidad social que clama a muerte por comprensión.
Quinqui Stars
2018 – Dir: Juan Vicente Córdoba
En la intersección del documental y la ficción, Juan Vicente Córdoba explora los cambios sociales, políticos y urbanísticos que agitaron la atmósfera de los 70 y 80. No es menor que esté protagonizada por El Coleta, reconocido por su papel en el rap quinqui y la renovación en España. El film explora la herencia de películas como Navajeros, Colegas, Perros callejeros y Deprisa, deprisa, respectivamente, mientras investiga la quinquidelia y su relación con el trap actual. En el fascinante entramado se suceden debates sociopolíticos y momentos conmovedores, como la escena del Coleta escribiendo una carta a Carlos Saura para invitarlo a participar. Un emotivo intento de establecer conexiones con las raíces y comprender el laberinto que rodea al género brindando un retrato de una época de transformaciones y desafíos.