Quentin Tarantino es conocido por recoger la influencia de diversos géneros cinematográficos y directores para la construcción de su cine. Las películas de samurais, el spaghetti western de Sergio Leone, los films de género japoneses de los 90 y 2000, el cine de blaxploitation, la Nouvelle Vague y más han ayudado a forjar el peculiar estilo del cineasta estadounidense, quien toma sus más profundos saberes y preferencias para crear una nueva obra.
Entre los directores que se han presentado influyentes para Tarantino se cuentan Steven Spielberg y su obra maestra Tiburón; el ya mencionado Leone y Sergio Corbucci. Sin embargo, en lo que respecta al cine bélico, el director de Pulp Fiction destacó a Samuel Fuller como “el rey” de las películas de guerra. Él comenzó en los años 30 como reportero criminal, para luego ser escritor fantasma y unirse a la infantería del Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La experiencia en el campo de batalla fue lo que le daría material para luego plasmarlo en sus películas. Entre sus obras más sobresalientes como director se cuenta el film The Big Red One (1980), aunque lo cierto es que desarrolló una prolífica carrera como cineasta, guionista y actor. Si bien Tarantino no se ha dedicado especialmente al cine bélico, para Bastardos sin gloria habría tomado como referencia la manera de construir los personajes de Fuller, que tienen la característica de presentarse defectuosos: “Los dos directores tienden a explorar las zonas grises de la moral y las horribles consecuencias de la violencia“.