David Lynch le puso fin a su carrera como director de cine -al menos de manera presencial- a causa de una enfermedad. En agosto de este año reveló públicamente que sufre de enfisema pulmonar, producto de haber fumado desde muy joven hasta la actualidad (hoy tiene casi 80 años).
Ahora, el director de Twin Peaks dialogó con People y habló de su situación de salud, que parece empeorar con el paso del tiempo. Lynch reveló que depende de un suplemento domiciliario de oxígeno para respirar. Por esta razón, está confinado en su hogar.
A pesar de su condición, Lynch no se arrepiente de ser fumador
“Apenas puedo caminar por una habitación. Es como si estuvieras caminando con una bolsa de plástico en tu cabeza”, contó. Y si bien recomienda a los lectores que dejen este hábito, él no lamenta haberlo elegido durante su vida entera: “No me arrepiento. Fue importante para mí”.
Además, explicó desde su punto de vista cómo funciona la adicción: “En la mente de todo fumador está el pensamiento de que es sano, por lo que literalmente estás jugando con fuego. Puede morderte. Tomé el riesgo y me mordió”.
Dejar el cigarrillo: una utopía
En 2020 le diagnosticaron la enfermedad e intentó dejar el cigarrillo en varias oportunidades, pero no lo consiguió: “Lo intenté muchas, muchas veces, pero cuando la cosa se ponía difícil fumaba el primer cigarrillo y sentía que era un viaje al cielo. Así empiezas a fumar de nuevo”.
En agosto de este año, en una entrevista con Sight and Sound, confesó que ya no podrá dirigir películas estando en el set, pues su condición no soporta esa demanda física. En dicho reportaje expresó: “Fumar era algo que me encantaba absolutamente, pero al final me afectó“, dijo Lynch.
“Era parte de la vida artística para mí: el tabaco y su olor, encender cosas y fumar, y luego sentarse y tener un cigarrillo mientras miras tu trabajo, o piensas en cosas; no hay nada igual en este mundo, es tan hermoso. Mientras tanto, me está matando, así que tuve que dejarlo”.