Netflix acaba de estrenar Sweet Girl, una película de acción e intriga que se ubica entre lo más visto de la plataforma. Si bien el servicio de streaming entrega películas de producción propia casi todas las semanas, algunas toman más relevancia que otras o incluso ellos mismos deciden otorgarle más promoción, como el caso de esta nueva cinta que venía prometiendo ser una gran apuesta.
La película llegó a Netflix el pasado 20 de agosto y es la ópera prima de Brian Andrew Mendoza, pero posiblemente su aspecto más atractivo es que cuenta con Jason Momoa en el rol principal. En este film, el actor conocido por Game of Thrones y Aquaman interpreta a Ray Cooper, un hombre que perdió a su esposa a raíz de que una compañía farmacéutica retirara del mercado el medicamento necesario para su tratamiento.
Ray queda desolado junto a su hija pero se decide a hacer todo lo posible para lograr vengar la muerte de su esposa y hacer justicia contra la empresa llamada BioPrime. En este desmantelamiento de la red de corrupción y muerte que rodea a la verdad que Ray intenta descubrir también está involucrada Rachel Cooper, su hija, que está interpretada por Isabela Merced.
Merced ha sido parte de Transformers: The Dark Knight, Dora and the Lost City of Gold y de la serie 100 Things To Do Before High School. En Sweet Girl tiene a cargo un personaje decisivo, ya que no solo ha perdido a su madre siendo muy chica sino que luchará incondicionalmente con su padre por conocer la verdad y hacer justicia, incluso contra los adversarios más peligrosos.
Así aparecen los personajes de Manuel García-Rulfo -Amo Santos- y Justin Bartha -Simon Keeley-. Santos es un sicario que forma parte de la misma red de corrupción de BioPrime y ha sido contratado para acabar con Ray Cooper y justamente responde a las órdenes de Keeley, el director ejecutivo de la empresa en cuestión. Este será el villano definitivo del film y el objetivo indudable del protagonista.
Sweet Girl es una película cargada de acción pero que también plantea la mafia que rodea a muchas empresas farmacéuticas y la implicancia directa de sus decisiones sobre las vidas de las personas. Al mostrar un núcleo familiar arruinado por una decisión empresarial, el film ejerce una fuerte crítica sobre el tema.