Quien comienza a ver The Card Counter sin saber nada al respecto, siente al instante la presencia alterna de Taxi Driver. Y es que Paul Schrader, el guionista de una de las películas más emblemáticas de Martin Scorsese –quien oficia en esta oportunidad de productor ejecutivo–, a sus 75 años todavía tiene esa profunda crítica hacia la nación yankee, encarnada en personajes complejos, oscuros y completamente a la deriva.
Con el protagónico encarnado por el actor del momento, Oscar Isaac, el relato se centra un exmilitar meticuloso y pendenciero que busca lavar la culpa de sus pecados pasados entregándose a una vida rutinaria y milimétricamente calculada de jugador de cartas. A través de recursos que oscilan entre lo clásico –como los fundidos encadenados del cine negro– y lo contemporáneo –una violenta secuencia en 360 grados-, Schrader apela al fuera de campo y a un intenso diseño sonoro para envolver al espectador en la conciencia sucia de su protagonista, que se construye un nido de sábanas blancas a donde quiera que vaya, empecinado en cumplir una condena jugando al póker y al blackjack de una forma tan mecánica como inteligente.
Para estar vivo, hay que desear estarlo. El estrés postraumático, la extrema violencia del ejército norteamericano (y sus dudosas tácticas de interrogatorio), la venganza y la redención son algunas de las subtramas que acompañan el devenir de dos solitarios –mentor y discípulo- que intentan sanarse entre sí. Con un ritmo narrativo vertiginoso, The Card Counter apela a los Bresson y los Scorsese del cine en un camino del héroe que se retorna oscuro y cíclico, a tal punto de extender el castigo hasta el infinito. ¿Existe tal cosa como la redención?
The Card Counter, de Paul Schrader
2021 – Estados Unidos
Sección: Trayectorias
Seguí la cobertura del 23 Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente en este enlace.