Aunque más tarde que lo habitual, el frío se hace presente a lo largo de Argentina. Y nada mejor que entregarse al abrigo de la lectura de historias gráficas atrapantes y envolventes. A continuación, tres historias que abarcan desde el género bélico hasta el horror y lo postapocalíptico para leer en esta temporada de temperaturas heladas.
Béatrice, de Joris Mertens
Loco Rabia
Joris Mertens es un autor de origen belga que proviene del mundo de la producción cinematográfica y de quien, hasta la publicación de esta bella novela gráfica, sabíamos poco y nada. El relato está centrado en la figura de Béatrice: un personaje solitario, que trabaja en una tienda donde se venden guantes. La protagonista transita su anodina existencia en una ciudad que recuerda a París de hace varias décadas atrás, pero el hallazgo de un maletín rojo olvidado en la calle va a desencadenar algunas fugas fantásticas.
Se trata de una obra silente, sin ningún tipo de apoyatura textual, donde el autor hace un uso virtuoso del dibujo y el color transmitiendo mucha expresividad. Una historia emotiva con algún tinte fantástico que le imprime un halo inquietante a la trama. En una entrevista con la editorial Loco Rabia, el autor declaró: “La historia de Béatrice podría interpretarse como una alegoría sobre cosas como las redes sociales, donde a veces sentimos que la vida de otra persona es mucho más interesante y exitosa que la nuestra, mientras que nuestra vida cotidiana pasa sin hacer ruido”.
Tierra de nadie, de Roberto Barreiro y Edu Molina
Editorial ComicAr
Se trata de una obra conformada por tres historias nucleadas por la temática bélica y puntuada por rasgos del género de terror. El primer relato se da en el contexto de la Primera Guerra Mundial: algo extraño, enorme y aterrador se esconde en un pozo en medio de las trincheras. Este monstruo arrasa con tal fiereza a los soldados, que las fuerzas de los países en conflicto se unen para intentar destruirlo.
El segundo episodio describe al Ejército Nazi invadiendo una aldea judía donde aparentemente no quedan rastros de ningún ser humano. En medio de un bosque cubierto de nieve, aparece un gigantesco demonio hecho de piedra cuya voluntad puede dirigirse con la ayuda de la Kabbalah. La última historia describe la lucha entre serbios y croatas en el marco de la guerra de los Balcanes donde aparecen rasgos del género de vampiros. De gran solidez en dibujo y guion,, una obra que se empieza a leer y no se puede abandonar.
Me prometiste oscuridad II, de Damián Connelly
Editorial Deriva
El mundo, como todos los conocemos, parece haber desaparecido para siempre. Caos, ruinas por doquier. En esta segunda entrega, Damián Connelly se mete de lleno en lo postapocalíptico. Narrado todo desde un potente blanco y negro, con esa característica utilización del claroscuro del artista, otra vez Sage -ese ser con aspecto alienígena- tiene la mayor preponderancia dramática. Con gran capacidad para dosificar la información y generar inquietud, y un virtuoso manejo desde lo gráfico, Connelly demuestra una vez más que es uno de los más destacados autores integrales de estas pampas.