“Hoy es un lindo día para que evadas tus emociones y te engañes una vez más” nos dice Anfi, uno de los personajes más picantes de Cuidado con el coco, el libro que la dibujante nacida en Chile, Gabi Coco, acaba de publicar por el sello Paradojas. A lo largo de sus páginas nos encontraremos con héroes melancólicos, a veces resignados, siempre propensos al sarcasmo, en algunos casos sumergidos en una atmósfera casi tanguera, gris. Como el caso de esa elegante criatura verde enfundada en un sobretodo detectivesco, que apura las copas de vino y confiesa refugiarse en el silencio aunque “las voces no callan, solo hablan más despacio”.
El libro recopila dibujos que Gabi creó en distintas épocas. Para la selección de viñetas que conformarían la obra, ciertos rasgos estilísticos y temáticos se imponían como indispensables. Cuenta la autora en conversación con Indie Hoy: “Seleccioné el material que era más bien gracioso y que interpelara al lector de manera sarcástica, abordando temas existenciales, emocionales o mensajes con alguna crítica al mundo en que vivimos.”
Tal es así que el volumen evoca situaciones que a muchos nos parecerían cercanas: la rutina laboral, la cotidianidad asfixiante, el aburrimiento. Un mundo que podría imaginarse en tonalidades grisáceas. Sin embargo, sus dibujos evidencian una explosión del color y una línea con mucha frescura que muchas veces revitaliza o contrapesa aquello que sucede a nivel argumental. ¿Cómo se logra ese estilo visual? Comenta la ilustradora: “Es algo que se fue dando un poco solo, mezclé las temáticas que me interpelan con los colores y estética que me gustan. Pero si me pongo a buscarle un trasfondo diría que es una representación de lo que siento o lo que vivo (o vivimos). Siempre hay algo horrible y algo hermoso conviviendo”.
El vínculo entre los elementos humorísticos y el clima un poco derrotista que recorre las páginas se percibe bastante equilibrado. ¿Cómo trabajaste eso?
Es algo que fui buscando, siempre me ha gustado mucho el humor, en formato gráfico, stand up, sitcom, etc. Eso lo fui mezclando con mi lado emo dark y encontré ese tono que mantiene lo gracioso y lo oscuro. Me pareció una buena forma de expresar el malestar pero sin caer en algo totalmente dramático.
Algunos de tus personajes encuentran en el silencio un “atajo” al malestar. ¿En qué medida la práctica artística invita a exorcizar esos vacíos existenciales que tanto se describen en tu libro?
El arte me funciona para poder exorcizar esos vacíos, convirtiéndolo en algo que me genera bienestar al hacer. Me pasa que vomito dibujos y al tiempo me doy cuenta de lo que estaba queriendo decir. Es un proceso muy orgánico.
¿Hay obras o autores que tengas como referencia para tu proceso creativo? ¿Cuáles fueron los más importantes para las viñetas que forman parte de Cuidado con el coco?
Me siento muy influenciada por cartoons de los 90, como Ren & Stimpy, La vida moderna de Rocko, La vaca y el pollito. Maitena y Quino me guiaron en formas de hacer humor gráfico desde chica. Creo que el anime y el manga siempre están también de alguna manera, ya que aprendí mucho de comic a partir de leer Samurai X, Akira, y mangas de distintos géneros. Siempre muy fan de Sakura Card Captor y Sanrio. Después conocí el comic Vapor de Max y me inspiró bastante, me gustó su dibujo simple pero con temáticas profundas.