Incluso a pesar de haber colaborado en alguna ocasión, Marvel y DC son dos empresas de cómics históricamente rivales. Es por eso que no extraña que a uno de los personajes de La Casa de las Ideas no le guste que lo llamen como a un superhéroe de la competencia.
Nos referimos a Blade, quien en el primer tomo de Spider-Man vs.Vampires Vol. 1, de Kevin Grevioux, Roberto Castro, Walden Wong, Sandu Florea, Dave Sharpe, Sotocolor, John Kalisz, Antonio Fabela y Andres Mossa, se asocia con el trepamuros para batallar contra Solomon Negus, un chupasangre de dos mil años que intenta desarrollar un suero para convertir a los humanos en seres de su especie.
En el capítulo final de la mencionada historieta de 2010, Negus está dialogando con uno de sus asociados en un almacén cuando Spidey y Daywalker (conocido así por su capacidad para caminar a plena luz del día y no volverse un montón de cenizas, como cualquier vampiro) atraviesan una ventana y comienzan a atacar al villano.
Solomon pide refuerzos e inmediatamente una horda de sus secuaces rodea a la pareja de héroes, pero ya que Blade se ha enfrentado a todo tipo de enemigos de esta especie en su vida, está preparado para la situación e incluso deja que Spider-Man se haga con algunas de sus armas de luz ultravioleta.
Mientras los perdigones transforman al ejército de vampiros de Negus en humanos, Blade persigue a Negus, con quien pelea al mismo tiempo que Spider-Man encuentra una bolita de rayos ultravioleta en el suelo y la mete en la boca de Solomon, lo que hace que su rostro se vea envuelto en llamas mientras huye hacia un desagüe de alcantarillado cercano.
Una vez finalizadas sus hazañas heroicas de la velada, el vigilante de Nueva York comienza a reflexionar en voz alta sobre el nombre de su compañero.
“Ahora, yo tengo los poderes de una araña (en inglés se traduce como ‘Spider’) y me llaman Spider-Man”, apunta Peter Parker. “Iron Man tiene un traje de hierro (‘iron’ en inglés), así que lo llaman Iron Man”.
“Así que estaba pensando… ya que tenés las habilidades de un vampiro (‘bat’) gigante, ¿por qué no simplemente tomar el nombre de Batm…”, continuó el trepamuros, antes de ser interrumpido por su colega, quien respondió con un simple y rotundo: “NO”.
“Eh, solo pensé en preguntar. De cualquier manera, si alguna vez te encontrás con más vampiros, no dudes en llamar”, cerró Spidey mientras abandona la escena columpiándose en sus características telarañas.