La historia es conocida, a veces aún más que la que se narra en los libros. Stieg Larsson muere de un ataque cardiaco en 2004, luego de presentar los tres volúmenes de su saga Millenium al editor y a pocos de la publicación del primero de ellos. Su saga literaria se convirtió en un éxito mundial que derivo en adaptaciones cinematográficas (sueca y estadounidense), una miniserie (2010), una continuación de sus personajes con otro autor (David Lagercrantz) y dos adaptaciones en historieta: una realizada por la editorial Vertigo (Denise Mina, Leonardo Manco y Andrea Mutti) y otra por Dupuis, la que nos convoca ahora.
Con guion de Sylvain Runberg y del español José Homs llega a nuestro país, por primera vez, la edición de esta adaptación del primer libro: Millenium: Los Hombres que no amaban a las Mujeres de la mano de Latinbooks Internacional (bajo el sello OkBooks).
Solo hace falta ojear una o dos páginas de ambos libros para darnos cuenta por qué la adaptación estadounidense ha quedado en el olvido con un desapasionado trabajo de Manco/Mutti frente al tremendo laburo de Homs. Es increíble lo que hace el español: mantiene el mismo nivel de calidad en las 128 páginas que tiene el primer arco argumental (por no asegurar a ojos cerrados que el mismo nivel se mantiene en los próximos 4 libros). Prácticamente no hay nada que objetar, solo disfrutar. Desde la selección de planos que hace, que ya en el arranque la descose con un plano de los cuadros con flores, y que en muchos casos sirven para dar el impacto que el texto está buscando cuando este se mantiene pasivo narrando en el mismo tono y descansando sabiamente en que el dibujo haga lo suyo, hasta el diseño de los personajes que es puesta a prueba con los saltos temporal que hay: del pasado al presente en una sola hoja y Homs no muestra una fisura, sus personajes envejecen o rejuvenecen como si fuese una foto. Estos saltos también se apoyan con el color, con un cambio en el tono, ayuda a que el lector no se enrede entre tanto salto temporal y de ubicación. Ni hablar cuando hay que externalizar los sentimientos de los personajes (que muchos pasan por distintas situaciones): enojo, miedo, dudas, pensamiento, todo está en los rostros y poses. El laburo de Homs es todo lo que está bien en un dibujo de este tipo.
Si con el dibujo pensamos que estamos ante una foto, el color no hace más que confirmarlo. La iluminación natural o artificial en el interior de las casas es perfecta con un excelente sentido de la ubicación de estas. Le siguen los cambios de temperatura en los colores, las sombras, es el storyboard perfecto que no utilizaron en las películas.
Es una lástima que las escenas de los crímenes o de la violencia en ciertas situaciones no sean un poco más fuertes o gráficas; dejan mucho a la imaginación del lector. Por el tono de la historia creo que el dibujo se podría haber jugado a mostrar un poco más y ser más impactante, aunque es probable que haya sido una decisión editorial y de marketing a propia de los autores.
En estas adaptaciones uno siempre tiene miedo de que si la calidad está a simple vista, el texto no va a estar a la misma altura, claramente nos equivocamos.
Libro 1. “Los Hombres que no amaban a las Mujeres” (Parte I)
La primera parte de la adaptación cubre la presentación del conflicto (la desaparición de una joven en la familia Vanger hace 44 años) y de los protagonistas. Por un lado, el periodista Mikael Blomkvist, quien ha caído en desgracia luego de que una sentencia determinara la falta de pruebas en sus acusaciones a uno de los hombres de negocios más importantes de Suecia, y del otro a Lisbeth Salander, una joven investigadora privada con algunos conflictos internos y externos.
Runberg maneja muy bien esta parte del relato: tiene que volcar mucha información de ambos personajes y de todo el árbol familiar de los Vanger, más todo el entorno de los dos protagonistas a la vez que desarrolla la investigación de la desaparición (que en estos momentos sucede en un muy secundario plano). En ningún momento descansa en que el lector ya habrá leído el libro antes de acercarse a la historieta, trata la historia como si fuese propia y eso hace una lectura muy entretenida donde no hace falta aclarar nada y mucho menos buscar la fuente original.
Hay mucha información y texto pero bien distribuido. El guionista no se olvida que esto es una historieta y lo hace a través de diálogos y situaciones sin cargar todo de texto para abarcar la totalidad de la novela. De hecho, hay tantas situaciones e información que dudo que haya quedado algo afuera de esta.
Lo único para objetar es el exceso de gritos y explosiones de Lisbeth que llegan a cansar un poco y parecen un poco forzadas, al igual que algunas situaciones como las visitas nocturnas a Mikael de una mujer de familia Vanger o de las escenas con el tutor de Lisbeth. Bien ejecutadas pero un tanto apresuradas, entendibles por el espacio que el autor tiene.
El libro termina con la unión de ambos protagonistas y el tono de drama de la historia, cerrando una etapa y pasando a otra claramente diferenciadas.
Libro 2. “Los Hombres que no Amaban a las Mujeres” (Parte II)
Ya presentados los personajes y el conflicto, el autor deja de lado todo y se dedica a desarrollar a este último olvidándose de lo primero. El crimen y la investigación ocupa gran parte de la historia, y con un poco de suspenso somos testigos de cómo los personajes revisan pruebas y llevan a cabo sus conclusiones en un estilo completamente diferente al primer libro.
Si Millenium ha llegado a tener el éxito mundial que tiene (quitando un poco el interés mórbido que tiene la historia detrás) es por lo que leímos en la primera parte. La resolución del conflicto es bastante forzada y parece más un encuentro casual de los personajes con algunas pruebas circunstanciales que una investigación profunda. De hecho el cruce con el culpable y su mea culpa tiene los hilos a la vista del autor que de una resolución a tono de la historia, en especial para alguien que se mantuvo fuera de la cárcel por tanto tiempo sin levantar sospechas.
De todas formas, la narración mantiene su calidad. Hay mayor presencia de suspenso y la lectura te atrapa por completo, el ritmo es el indicado en todo el libro haciendo que saltemos de página en página para llegar a la resolución.
Las últimas escenas de cierre son algo apresuradas y con mucho texto pero no deja nada suelto, dejando abiertas algunos elementos para que sigamos con la continuación sin que sean totalmente necesarios para este final.
En resumen
Ambos autores llevaron a cabo una adaptación magistral de un buen libro. La calidad del dibujo es admirable y el guion hace lo suyo al adaptar tan bien tanta información en el formato de historieta, cuando lo normal es que esto no suceda.
La edición de Latinbooks está al nivel de la misma obra, con un letreado sin errores ni descuidos. La decisión de respetar la división de dos tomos es acertada al ser dos obras casi diferentes que comparten un mismo conflicto y que bien podrían leerse por separado.
Sin una gran historia, pero sí con personajes interesantes y queribles, Homs y Runberg hacen tan buen trabajo que dan ganas de seguir leyendo la saga solo para verlos brillar.