“La noche necesita un sereno”. Con estas palabras se presenta Sereno, protagonista del libro homónimo, con guión y dibujos de Luciano Vecchio. Publicado por la joven editorial Gutter Glitter, Sereno recopila historias aparecidas previamente en el sitio web de historietas Totem comics.
Sereno es el imperturbable héroe protector de Nueva Teia, ciudad capaz de albergar en su seno tanto la luz más virtuosa como la oscuridad más profunda: en este lugar, en palabras del propio héroe, “lo potencial no tiene límite, lo ideal se vuelve material”. Pero, en ese mismo espacio, durante la noche, “los límites se vuelven difusos, lo oculto se manifiesta”. Este tono maniqueo se plantea desde el inicio: “
Un poco influenciado por lo que venían haciendo (Fernando) Calvi y (Enrique) Alcatena en los primeros dos años de Tótem, asumí de entrada el artificio en el texto, ese tono medio grandilocuente y silver age, en contraposición a cierta búsqueda de realismo narrativo que tienen los comics de superhéroes mainstream en su mayoría”, comenta Vecchio.
Sin demasiada explicación acerca de su origen, nos internamos en las aventuras del héroe de turno: estudiante de día, superhéroe de noche (a través de una transformación digna de un animé). Sereno actúa como un guardián, un anticuerpo de la metrópoli amenazada por elementos internos que la desestabilizan; más que intentar someter a sus enemigos a través de la violencia, intenta reencauzar (podríamos decir, iluminar) a sus enemigos. Para ello, cuenta con una serie de poderes ligados a la luz, a los que invoca a través del cuerpo, pero especialmente mediante la palabra (en una nueva referencia a series como Saint Seiya).
La identidad partida no es la única dualidad que encontraremos a lo largo de esta historia. El propio nombre del protagonista juega con un doble sentido: se refiere tanto al oficio (el encargado de rondar de noche por las calles para velar por la seguridad del vecindario) como al estado apacible y equilibrado del personaje. En este mundo, lo visible y lo invisible, lo virtuoso y lo oscuro, lo bueno y lo malo son duplas permanentes. No es casualidad, entonces, la apariencia del héroe, de un blanco radiante y con un tercer ojo que le otorga una cercanía a la trascendencia.
Sereno es un héroe sin medias tintas: incluso forzado a enfrentar su lado oscuro, una versión en negativo de sí mismo, reabsorbe la maldad en pos de (re)armar su ser, conformado, así, por una suerte de principio de Yin-Yang. Sin embargo, si Sereno es, en efecto, un ser equilibrado, y que intenta llevar armonía a su pueblo, si sus contrincantes son, por lo general, villanos con delirios de grandeza; existe un personaje ambiguo que conlleva un dilema para nuestro héroe: Rufián, una suerte de Catwoman de Nueva Teia; ladrón con habilidades felinas que se comporta como enemigo, aliado e incluso interés amoroso, todo a la vez. Rufián asciende desde los barrios subterráneos, del sector olvidado y oculto de la ciudad: representa, en parte, aquello que se pretende borrar pero que persiste, una suerte de fuerza inconsciente que retorna.
La ciudad en la que la historia transcurre, Nueva Teia (que ya desde el nombre remite a la titánide de la vista, madre del sol y de la luna) es sede de otra pareja: un equilibrio en apariencia estable entre una tecnología avanzada y un misticismo (en principio) no religioso; estos elementos no funcionan de manera aislada. Por otra parte, ninguno de los dos polos está exento de una utilización malintencionada: tanto la tecnología (teniendo en cuenta especialmente los medios de comunicación) como el misticismo (y su posible derivación en sectas religiosas con líderes controversiales) pueden ser armas erigidas contra el pueblo y no instrumentos de liberación.
En el apartado gráfico, la dualidad también se hace presente, en especial por la utilización de colores y valores que representan opuestos. Las puestas de página, pensadas para un ritmo semanal, despliegan una amplia gama de recursos narrativos que, sin embargo, no hacen perder coherencia a la narración global. En este aspecto el libro es, como su protagonista, equilibrado.
Sereno, ópera prima de Vecchio como autor integral, ahonda en los tópicos del género superheroico (el tratamiento maniqueo del bien y del mal, el guardián con superpoderes de la urbe, los elementos criminales que vienen a alterar un equilibrio previo, la doble identidad, entre otros), haciéndose cargo de ellos, y se sumerge, asimismo, en caminos alternativos que le dan a este universo un toque personal. “Buscaba combinar temas y elementos que me gustaban de un modo especial: los superhéroes, el neomisticismo pop, un punto de vista queer y antipatriarcal, y un esteticismo visual personal e impactante”, acota el autor. Así, construye, de manera elegante, una historieta de superhéroes de autor, marca registrada de Tótem Comics.
Sereno
Gutter Glitter
Novela gráfica. 112 páginas.
Guión y dibujos: Luciano Vecchio.