Santiago del Estero arrastra una tradición folklórica que define buena parte de su identidad cultural. Sin embargo, desde hace varias décadas viene creciendo una escena paralela que ensaya otros lenguajes musicales y estéticos. Lo que comenzó en los márgenes, en circuitos subterráneos y autogestionados, fue consolidándose poco a poco hasta que, tras la pandemia, encontró un punto de inflexión. Ese momento no solo trajo nuevas audiencias, también impulsó la aparición de otras plataformas —físicas y digitales— que ampliaron el horizonte de difusión y permitieron a estos artistas dialogar con públicos más diversos, sin renunciar a sus búsquedas.

Jazmín DEC

Jazmín DEC se destaca en la escena electrónica de Santiago y el NOA, mezclando la potencia del techno con elementos IDM, grabaciones de campo y coros que crean atmósferas oníricas. En su música, los instrumentos digitales se combinan con insectos y pájaros del monte santiagueño. Artista experimental y multifacética, se desempeña como cantante, DJ, productora, bailarina y artista plástica. Tocó en teatros, clubes y expuso sus obras festivales como Mutek y Pleamar. Sus presentaciones se destacan por la performance vocal soprano y un sonido único, corpórea y bailable, que transporta un encanto oscuro en la madrugada grave y metálica de la ciudad.

Este año estrenó su video-álbum Materia, compuesto por siete piezas donde el techno se cruza con burbujas de hyperpop y texturas analógicas que le dan cuerpo al sonido. La música y las imágenes se inspiran mutuamente, generando una experiencia íntima en donde la electrónica se funde con los elementos de la naturaleza.

Jazmín DEC --- M A T E R I A  [VideoAlbum]

Monjawannabe

Monjawannabe es artista, productora y cofundadora de Discos del Convento, una vidriera de artistas locales que han sembrado la noción de “pop santiagueño”, o S-pop, en la escena cultural de los últimos cinco años. Monjawannabe se presenta en vivo junto a Naxxira (DJ, productor y baterista), fusionando art-pop, hyperpop, drum & bass y UK garage con un enfoque experimental. Sus canciones y videoclips desprenden nostalgia, combinando samples, píxeles y entornos virtuales. 

Su galaxia sonora es elástica, se mueve entre la crudeza y la sensibilidad, lo que permite que coexistan letras sobre la vulnerabilidad de un corazón roto en “Lo hice por amor” (“una visión, sos vos mirando en mi interior, rompiéndome el corazón”), y la bronca cruda antisistema en “Quieren todo” (“prendamos fuego todo, que los de allá se llevan el oro otra vez”).

MONJAWANNABE - LO HICE POR AMOR - sesión en vivo

Santi Arias

Una voz y una guitarra pueden ser suficientes para transmitir una escena. Pero aquí no es la típica escena del monte santiagueño agreste e impenetrable. Santi Arias dibuja un paisaje minimalista y cálido con su música. La luz natural está hecha de coros sutiles y acordes acústicos; algo autóctono, pero universal que se percibe en artistas como Jack Johnson, Of Monsters and Men o The Lumineers. Canciones a las que uno asoma cuando la tormenta del mundo recrudece. 

Hasta el momento, publicó tres canciones que mantienen esa línea paisajística de un día soleado, de una tarde en el río y del aroma de las flores de campo. “Navegar” tiene un estribillo pegadizo que podría ser un hit radial, “Mutando” suena a un candombe drexleriano y, en “Sentir” llega el remanso. Aquí todo se armoniza con la voz de Pilishh que fluye cristalina, como el agua de un arroyo en verano.

Sentir

Sapere Aude

Las guitarras distorsionadas del grunge y la estructura melódica del rock alternativo se manifiestan en esta banda santiagueña que primero fue un power trío integrado por Marcelo Argañaraz, Fernando Catalfamo y Facundo Favaloro (luego reemplazado por Christian Cajal), hasta que incorporaron las guitarras de Pipo Arias Saavedra en 2019. 

Sapere Aude cumplió una década y hoy es una referencia del circuito local. En 2014 publicaron su primer EP homónimo, que luego abrió paso a dos discos muy destacables: Doméstico (2016), que cargaba un sonido al estilo Pearl Jam o Alice in Chains, y Normal (2019), un disco que demostró madurez en la definición del estilo propio. De Normal se desprende “El faro”, una balada preciosa que suena como esos clásicos que nunca envejecen. En 2024 lanzaron su nuevo trabajo llamado El emperador arlequín: cinco canciones intensas y contestatarias que avanzan como una aplanadora.

Sapere Aude - Emperador Arlequín (EP - 2024)

Bardo Dance Club

Bardo Dance Club es un colectivo conceptual de artistas de hip hop integrado por Iván Jacob, Lasz, malviaje y Feraud (conocido antes como dj_walter). Su único trabajo discográfico llamado Uno captura estados de ánimo con melodías pegajosas traídas del indie, trap, downtempo, drum & bass oscuros, distorsiones de un jazz pesadillezco y raps con reminiscencias a Public Enemy o Schoolly D.

Lo cómico se descubre en la teatralización de “lo santiagueño”, como en “Culiao” (“bardo en el club en la hora picante, voy a chuñar, luego a besarte”). A la vez hay un sentido trágico que se manifiesta en canciones como "Todoxtomar_2020.wav", en donde la repetición del título aparece como un descenso acelerado a la paranoia, un festín para David Foster Wallace. “Macumbeo“ enreda las llamas y los rostros prendidos de rabia del estallido histórico que fue el Santiagueñazo de 1993 (“cómo daña de argumento el abismo, ascetismo en mi mente agónica, atao por la vergüenza de la diosa hacia mí, qué dirán de mi familia los dios' de mí”). Los últimos dos lanzamientos de 2025 se llaman “Angelito” y “Encanto”, de Feraud junto a Trouve: hibridaciones musicales del ser urbano con guitarras y repiqueteos de un bombo tradicional.

2. bardo dance club - CULIAO (Audio)
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