A veces algunos artistas se caracterizan analizando su pasaporte. Precisamente, el de Álvaro Atlante muestra muchos kilómetros recorridos. Nacido en Madrid, España, de chico vivió en México para luego recalar en Argentina. Esto ofició de base para desarrollar una esponja musical que se nutrió de viajes y sonidos y que hoy devuelve músicas para todos los gustos. La guitarra fue su compañera desde los 9 años en estos recorridos familiares y sus oídos se adaptaron a lo festivo de las rancheras mexicanas y la melancolía porteña. Integró bandas, pero su decisión de dedicarse a la música la afirmó con Kalaña, y que se compone de los amigos que lo apoyan. “Siempre he defendido el proyecto solista”, cuenta en conversación con Indie Hoy.
En sus propias palabras, el fundamental para que esos planes concreten fue Martín Aguilar, pianista de Lo’ Pibitos y de artistas como Khea y Cazzu, quien lo llevó a un curso de composición con Eduardo Cardoso. Antes, su veta musical pasaba por la luthería. Después aparecerían otros, como Adrián, su hermano y Martín Scalise. El resultado de ese camino es Gitano latino, su primer disco. Musicalmente, lo encuentra con una base guitarrera que bien podría calificarse de indie o folk, pero los sonidos que lo integran le dan múltiples colores. Esos tintes se definen con agregados digitales, guitarras y bajos aportados por Martín Scalise. En sus vivos, que ya lo trajeron a Argentina en varias ocasiones, incluyendo una presentación con Coti Sorokin, nuevamente la guitarra toma la posta.
En lo lírico, se trata de un disco que “habla mucho de las emociones”. “Seleccionamos lo mañanero, lo romántico, lo cariñoso y también un poquito de reivindicación de cosas”, dice Álvaro sobre un álbum que recomienda escuchar durante la mañana. Y si bien no es gitano ni latino, el no ser de las dos le da la combinación necesaria para el título, que muestra esos viajes que lo caracterizaron en toda su vida. Aunque es soñador, también tiene los pies sobre la tierra y por eso el futuro le traerá mucho material. “Ya tengo listo el segundo disco”, afirma, un álbum que ahora es para después de comer, en esa temporalidad de escucha que fantasea. Le seguirá un tercero que musicalizará la noche.
Álvaro Atlante hoy reparte sus tiempos entre Buenos Aires, Madrid y Bilbao. Y así como su residencia, además de músico también produce. En ese sentido, se encuentra trabajando con Federico Martínez y otros artistas, a los que le suma el aporte de sus compañeros de música, con sus Kalaña. La veta luthier hoy la tiene dejada de lado, enfocado no tanto en la construcción física del instrumento sino en su aporte de todo lo que quiere decir.
Escuchá a Álvaro Atlante en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).