Los discos de América Analógica son registros de una forma de escuchar. Alan Serué y Selva Ciai se juntan a tocar desde 2016, improvisando largas y calmas piezas de guitarra y teclados. Pero en sus canciones también usan grabaciones de campo; aparecen ruidos ambientales como el sonido de un río o del viento pegando contra un micrófono. Estos sonidos conjuran espacios físicos, son los ruidos que solemos tomar como si fuesen silencio, pero en la música de América Analógica emergen desde el fondo para volverse protagonistas.
América Analógica también es una investigación sobre qué es lo que tienen los instrumentos analógicos que no lo tienen las herramientas digitales. Cortezas, su disco de septiembre de 2019, fue realizado trabajando con loops de cintas de cassette. Ahí aparece el sonido en su forma material más delicada, cintas magnéticas que se gastan con cada escucha y acumulan ruido blanco. El primero de los dos tracks empieza con una larga intro de ruido de agua, como de un lago (el disco fue grabado en Bariloche y Martínez).
Los dúos de ambient son particulares porque es difícil distinguir qué hace quién, cuando la consigna del género es tocar lo mínimo posible. Pero en algunos de los “fragmentos musicales, maquetas y pequeñas piezas” que integran el disco Fragmentos 2016-2019, casi que se puede imaginar a Serué y Ciai tocando juntos, despacio, como murmurando un secreto difícil de explicar. En “Anochece” se escucha una guitarra tocando muy lento, mientras afuera cae la lluvia. Hay una paciencia en el sonido, al borde de la quietud, y el ruido de afuera se siente como un instrumento más.
Escuchá América Analógica en todas las plataformas de streaming.