Jezmi Tarik Fehmi y Sam Fenton se conocieron entre noches de bares en las calles londinenses. Sus vidas eran distintas a las de ahora. Uno era jardinero y el otro trabajaba en publicidad, pero ambos compartían la pasión por la música. En 2018, su amistad los llevó a mudarse juntos a un apartamento en la capital inglesa. Mientras trabajaban en un EP de grunge titulado Double Virgo, descubrieron que en el piso de arriba vivía Nina Cristante, una cantante que trabajó durante años en proyectos solistas con nombre de simplemente Nina. Tras días de escucharse a través de las paredes del edificio, encontrarse en el ascensor y saludarse en las escaleras, los tres decidieron fundar Bar Italia.
La Inglaterra post Brexit aporta el contexto. La crisis de representatividad hace que el descontento sea un móvil suficiente para escapar de la quietud cultural y anteponerse a un presente que huele a “no future”. Esta es la historia de tres músicos que, sin posibilidades de acceder a una vivienda propia, coincidieron en el momento indicado para dar vida a uno de los grupos emergentes más resonantes de la escena de rock independiente. En este caso, como sucede con otras bandas contemporáneas, lo relevante está puesto en encontrar un sonido que responda a la angustia existencial y a la falta de un sentido de pertenencia.
“No teníamos nada de qué hablar sobre nosotros, ¿qué tiene de interesante escuchar la historia del origen de una banda cuando eso fue la semana pasada? Somos tan aburridos como todos”, declaró Fehmi -voz y guitarra- en un reportaje al diario The Guardian. El criado en Essex fue el protagonista de la fundación del trío que nació a fines de 2019 y que se reunía a ensayar en plena pandemia. “En ese entonces no estábamos interesados en hacer música experimental y desafiante, queríamos tocar canciones pegadizas”, afirmó Cristante, la cantante italiana que era fan de las Spice Girls y se mudó al Reino Unido desde su Roma natal en 2007.
El nombre del trío no se debe a la popular canción homónima de la banda Pulp, sino que es un homenaje al café Bar Italia, ubicado en el SoHo londinense. Es posible imaginar a los tres músicos sentados en una mesa, despreocupados, pidiendo un espresso en charlas condimentadas por otros diálogos en italiano que se oyen alrededor de la 22 Frith Street. El mito dice que ese local, que abrió sus puertas en 1946, solo cerró la noche en la que la Squadra Azzurra perdió la final de la Eurocopa 2000. Sin embargo, ni el fútbol ni la simbología del establecimiento interpelan demasiado a los integrantes de la formación. La denominación del grupo fue una elección no tan pensada.
La personalidad de Bar Italia está construida en torno a sus dos guitarras, las cuales por momentos suenan parecidas al pasado reciente, como si lo producido fuera un eco de la ola post punk de los años 90. Al mismo tiempo, en sus álbumes se distingue un toque gótico con tintes de grunge, shoegaze, nu-metal y algo de britpop. Su estilo emana de distintas influencias que regaron el tiempo y el espacio. En muchas de sus letras se notan referencias a dramas sentimentales, al amor como lenguaje y a la rebeldía como un estado mental.
El surgimiento del trío londinense está impregnado por un halo de misterio y minimalismo. Los integrantes revelaron su identidad mediáticamente recién en 2023, a cuatro años de haber creado la banda. Según ellos, la incógnita se explica porque no era momento de hablar, sino de entenderse a sí mismos. Lo cierto es que Bar Italia brotó desde un submundo contracultural alimentado por los hilos de Reddit y otras redes sociales donde se teorizaba acerca del anonimato del grupo. Esa narrativa hizo que, al finalizar el confinamiento, dieran sus primeras presentaciones para una audiencia de fans que, lejos de recibirlos con distancia, ya se sabía de memoria todas sus letras.
El proceso de democratización y expansión de contenidos, sumado al rápido acceso a través del streaming y las aplicaciones, hizo posible que Bar Italia tenga un despegue acelerado y sea conocida en todo el planeta a pesar de la pandemia. El reconocimiento y la fama incipiente son consecuencias a las que se llegó sin demasiadas pretensiones. “Es inutil esforzarse por ser la novedad, no estamos desesperados por ser originales. Creo que hay una arrogancia en eso”, sentenció Fenton -voz y guitarra- en una entrevista con la revista Crack, una de las pocas ocasiones en las que ha hablado públicamente.
Tristante, Fehmi y Felton, de los que no se sabe su edad, comenzaron juntándose a tocar para divertirse y ya llevan cuatro álbumes publicados: Quarrel (2020), Bedhead (2021), Tracey Denim (2023) y The Twits (2023). Arriba del escenario se los puede ver haciendo movimientos suaves y variando entre melodías pausadas y sonidos tan potentes como profundos, reconocibles en hits como “My Little Tony”, “Punkt”, “Nurse!” o “Skylinny“.
Sus tres facetas creativas también congenian en otras artes, como por ejemplo para exponer sus obras de dibujo ocasionalmente. “Lo hacemos solo porque estamos en una banda”, bromeó Fehmi sobre el evento. El trío, que en 2024 publicó el EP The Tw*ts, ya no forma parte de la escena alternativa, sino que da grandes pasos en su trayectoria. A fin de año, Bar Italia realizará una gira por Sudamérica que incluye recitales en Brasil y Argentina, presentándose por primera vez en Buenos Aires el 17 de diciembre en Niceto Club.
Desde las calles de Londres, la nueva apuesta del sello Matador Records carga un estilo sombrío y atrapante que los llevó a ser conocidos como la nueva revelación del post punk. Bar Italia es un oasis en un mundo en crisis. Y tiene mucho por decir.
Escuchá a Bar Italia en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music). Entradas disponibles para el show en Niceto Club a través de Passline, 25% de descuento para socios de la Comunidad Indie Hoy.