Los aniversarios son la excusa perfecta para revisar del pasado: el regocijo por los logros, la resignación de lo inconcluso y la queja constante por lo irremediable. Todo decanta de manera imperiosa en esas fechas. Para Blues Motel, es simplemente una parada en un viaje perpetuo, que tuvo un claro punto de partida, pero desconoce y se desinteresa del porvenir. “Nunca lo pensamos, no es algo que tengamos en cuenta ahora tampoco”, reflexiona Adrián Herrera, guitarrista y fundador, en conversación con Indie Hoy sobre los 35 años de la banda.
Pero esa indiferencia ante el paso del tiempo no se manifiesta desde la apatía, sino que nace en la naturalidad de entender a Blues Motel como el encuentro de camaradas en las tropas del rock. Según Adrián, fue siempre buscar “por el lado de que somos un grupo de amigos, más que ser una banda o un proyecto. Que esté presente ese vínculo a pesar del cambio de integrantes”. Evidentemente, esa determinación de prioridades permitió que el engranaje del grupo se mantenga aceitado y en movimiento a pesar de los años: “siempre hemos tenido una buena relación como para seguir adelante”.
El 19 marzo de 1989, Blues Motel debutó en el Anfiteatro de Tigre y cinco años después publicaron su primer disco, Vol. 1. La influencia del rock anglosajón de los 60 era casi tangible, sellando su incorporación al mundillo-suburbano-porteño fundado algunos años atrás por los Ratones Paranoicos. En 2001 presentan uno de sus discos más exitosos, Malbec, y comienza una etapa de autogestión que se mantiene hasta hoy. La crítica frecuente de los artistas a sus primeros trabajos no tiene lugar en Blues Motel. Desde la vereda opuesta, resignifican con nostalgia esos primeros pasos: “Cada disco es una foto de lo que éramos nosotros y cómo tocábamos y componíamos en ese momento. Los primeros discos tienen un golpe sentimental; es un valor difícil de equiparar”.
A diferencia de otros coetáneos, que sufrieron impasses, separaciones (o expulsiones encubiertas en algunos casos), el grupo mantuvo su vigencia en la escena musical argentina por más de tres décadas, con el orgullo de haber sido convocado para el documental de los Rolling Stones, ¡Olé, ¡Olé, Olé!: A Trip Across Latin America (2016). En la previa de uno de los shows que la banda inglesa dio en el Estadio Único de La Plata, Adrián Herrera y el cantante Gaba Díaz tuvieron la oportunidad de intercambiar algunas palabras con Mick Jagger.
Erróneamente encasillados como banda de rock stone, prefirieron animarse al juego de la búsqueda musical con el disfrute como estandarte. Según el guitarrista, las decisiones dentro del estudio estuvieron siempre amparadas en la voluntad del sentir inmediato, incorruptibles ante las tendencias del momento: “Lo que hacemos nos sale del corazón. Cuando nos escapamos un poco de los tres tonos del rocanrol fue porque sentíamos que eso era lo que queríamos hacer, no fue nada premeditado o influenciado”.
La celebración del camino recorrido ya tiene fecha y lugar: sábado 4 de mayo en Niceto Club. Pero plasmar 35 años de trayectoria con trece discos editados no es tarea fácil. El armado de la lista de temas se convierte en un proceso intrincado donde el juego de la complacencia personal como músicos y los deseos del público entran en puja. Sin embargo, Adrián Herrera simplifica todo a una sola voluntad festiva: “Tratamos de que el show sea bien para arriba todo el tiempo. Que la gente cante, salte, baile, hagan lo que quieran”. Al ser consultado sobre este (posible) conflicto de intereses, el guitarrista es implacable y sostiene que “el show de una banda no puede escapar de lo que la mayoría de la gente quiere escuchar”. Habrá que estar ahí para comprobarlo.
Escuchá a Blues Motel en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).