En los últimos años, el emo ha demostrado ser un subgénero vigente en la escena hardcore de Argentina. Clamor nació casi en simultáneo a que sus integrantes descubrieran a varios exponentes de ese sonido visceral. En 2021, Luca Cardozo y Julián Dodds, ambos guitarristas y cantantes, junto al bajista Joaquín Suárez y el baterista Ramiro López, oriundos de zona sur en la provincia de Buenos Aires, formaron un grupo llamado Oli Violence. En el verano de 2023 optaron por el cambio de nombre que refleje los gritos vehementes que protagonizan sus canciones.
Encontraron una conexión con bandas como Title Fight, Cursi No Muere y el espíritu DIY de Fun People. “Después de la pandemia, la música emocional nos ayudó a canalizar los sentimientos embotellados. Nos vino excelente para el cambio de estilo”, cuenta Julián en conversación con Indie Hoy. Los integrantes de Clamor tienen tan solo 18 años, un dato notorio en su aproximación sincera y apasionada hacia el género.
Se dieron a conocer a través de una sesión en vivo para Sin Tierra Discos en junio de 2023. Las canciones ya estaban ahí y, como muchas bandas que ellos iban a ver en espacios de la Ciudad de Buenos Aires como La Cultura del Barrio y Moscú, el público pedía el lanzamiento de un álbum. Un día fueron a presentarse formalmente ante Sebastián Saire, cantante de la emblemática banda Mofa, con el deseo de pertenecer a su sello Inerme Discos. Explicaron sus razones, le mostraron los temas y el sueño finalmente sucedió.
Así fue que en mayo de 2024, Clamor publicó su primer LP titulado Para no olvidarte, elegido como uno de los mejores discos argentinos de la primera mitad del año por Indie Hoy. Las guitarras de canciones como “Pensamiento/Sentimiento”, “Orquesta china” y “Al borde” ubican a la banda en el extremo más melancólico del emo, mientras que “Escapar” y “Nada es igual” optan por la crudeza y rapidez del hardcore. Las voces de Julián y Luca se intercalan entre suavidad y rabia, pero ambas destacan por su juventud, que convierte a cada composición en un viaje familiar y novedoso al mismo tiempo.
Tanto el título del disco como las canciones juegan con la nostalgia y las vivencias de la edad de sus integrantes. “Es un proceso que estamos atravesando, el cambio de la adolescencia a la adultez, cosas que hicimos cuando éramos chicos y nos siguen afectando -confiesa Luca-. Una persona o una situación muere cuando la olvidás, por eso buscamos que estén presentes en las canciones”.
En sintonía con la temática del álbum, el arte de portada realizada por Matías Luis es un collage de fotos analógicas que tienen un significado importante para cada uno. Padres, abuelos y varios familiares aparecen para revitalizar sus historias. Al igual que sus compañeros de escena como Cursi No Muere y Wrrn, la estética es importante para Clamor, algo que también se refleja en sus flyers, remeras y ediciones en cassette.
La recepción al disco fue más que positiva y el frenesí se puede observar en cada recital. La banda recuerda con felicidad la presentación del disco en el Club Cultural Matienzo, donde al mismo tiempo que el público se tiraba desde el escenario y gritaba cada estribillo, Argentina derrotaba a Ecuador por la Copa América.
A pesar del entusiasmo por el futuro, no se apresuran y buscan atesorar cada momento de su presente. La amistad entre ellos es muy importante y vuelcan esa idea en la música. Entienden al hardcore como una unión con otras bandas, un compromiso social que puede aportar un granito de arena con recitales solidarios y otras actividades. Clamor es pensamiento y sentimiento para entender la música, y es tan solo el comienzo de su carrera.
Escuchá a Clamor en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).