Hace dos años que se gestó en Pilar (Zona Norte del Gran Buenos Aires) Ladran Pájaros, un proyecto grandilocuente en cuanto a formación y sonoridad. Con el pasar de los meses se fue reduciendo al núcleo de los cuatro miembros fundadores sin perder su esencia tan difícil de definir. Su disco debut, Operación garrafa, presenta un rock entre progresivo y psicodélico acompañado por una impronta vocal folclórica.
En un principio fueron bautizados como Operación Garrafa (de ahí viene el título del disco), pero con el correr de los meses se encontraron con otra banda del Conurbano que se llamaba Garrafa, por lo que eligieron, por cuestión de códigos, ante su mayor antigüedad, renombrarse. Entre sus amigos hicieron una extensa lista de nombres, y eligieron el ganador a través de votaciones en las redes. Una de las canciones dice: “Migas solo quedan, ajustes y ceguera. Los pájaros que ladran, las brujas se levantan / Tensas las cadenas, pisoteados los laureles, marchita la gloria que supimos conseguir.”
En ese mismo ínterin eran un colectivo de músicos que participaban intermitentemente, llegando a ser once en el escenario entre cuerdas, percusiones y vientos. Cuando los temas tomaron un rumbo, trataron de ser fieles en vivo. Así fue que empezaron a grabar en el estudio de un amigo de toda la vida y terminaron siendo una formación más pequeña. Con respecto a eso, Lucas Mena (voz, guitarra y sintetizadores) nos cuenta: “Los cuatro compas que sacamos el disco adelante somos dos hermanos, Nicolás Mena (batería) y yo en los sintetizadores, guitarra criolla y voz. Es la primera vez que hacemos música juntos; estamos ambos cerca de los treinta años y es que algo que nos debíamos. En paralelo, Nico toca en Elefantes en Marte (banda bien stoner), en Superchino (indie al galope de sintetizadores mágicos) y en Voltier (alto viaje); imaginate su versatilidad con bandas de géneros tan distintos. Por otro lado, Santiago o Santuli Conforti en el bajo: en sus proyectos anteriores (Szarajevo) siempre fue guitarrista, acá hace una rotación de instrumentos. En algunas canciones se cuelga la guitarra de Hernán Berni Parra, quien se hace cargo del bajo. La guitarra salvaje de Hernán se puede oír también en los proyectos Elefantes en Marte y Dylan Vel.”
Sobre sus influencias, Lucas dice: “Si miramos para atrás, en común y de base, tenemos influencias punk rockers, grunge, hardcore, stoner… Nuestra adolescencia la transitamos casi juntos. A través de los años también mamamos del reggae, dub, ska, rock clave de manual, bandas legendarias progresivas y psicodélicas, nacionales e importadas, populares, experimentales o no, folclóricas, vino en cartón, sustancia y rocanrol cabeza. Cumbia y cuarteto en el baile si hacía falta, hip hop, tecno fisura y más. Un gordo abanico.”
Acerca de las canciones, nos revela: “Las compuse yo, salvo ‘Hilos’ y ‘Macumbia’ que las compuse junto a mi otro hermano Emiliano, también integrante de Elefantes en Marte. Son todas canciones que originalmente eran fogoneras: bien a criolla, que nacen de melodías, que necesitaron ser harmonizadas por la guitarra que me acompañaba en mis viajes. Luego vienen las letras consonantes a esas melodías y productos de reflexiones varias, ideas vagas y prensadas. Se las presenté a mis compañeros y cada uno le dio su tinte, su magia y su esencia en su instrumento, y quedaron como pueden oírlas en el disco. Casi que todas tienen una influencia folclórica, cosa que traje de mi estadía en la provincia de Córdoba allá por el 2014. Me acuerdo que volví decidido a hacer muchas canciones, por el simple hecho de hacerlas y en eso estamos. Siempre se viene alguna melodía de quién sabe dónde.”
Todo lo que hicieron fue autogestionado por ellos, contando a la vez con la ayuda de amigos. Entre ellos está Juan Nosdeo, quien hizo la grabación y la mezcla en su estudio Idom. La tapa del disco fue hecha por Juan Llorens de Libustrinas Sin Fin, una de las bandas que, como ellos, flamean la bandera del sello de la zona Pesadilla Records. Para subir el disco a YouTube, otro amigo anónimo de encubierto y clandestinamente filmó el recorrido de un tren del conurbano (él es maquinista); editaron de forma casera una estación por canción en formato visual que acompañan los ocho tracks de este gran western bonaerense.
Al iniciar el trip suena la psicodélica y poética “Pedalea”, un primer vistazo para saber qué más nos trae la marea de palabras y sonidos que se intensifican en “Desde el suelo”, el track que le sigue. Sigue la onírica “El sol se acuesta en el charco”, en “Regardo Rubén” cambian el mood a algo más ska y en “El viejo” provocan ganas de hacer pogo. La estación más popular del recorrido es “Macumbia”, con su cruce de cumbia, rock y psicodelia que define al disco. En “Volvernos perros” se escuchan ladridos de perros a la par de un saxo lejano pero hipnótico que cuenta con un sample del Chavo del 8 y con una frase para pensar: “Veo tu voz y escucho tus ojos.” Bajamos del tren con la más pesada “Hilos”; la sensación que lo hemos visto y vivido todo es fuerte.
Volviendo a los amigos que colaboraron y que desbordan de amor su primer trabajo: el disco cuenta con la participación de Naza Bravo y José Mena en percusiones relámpago; Augusto Digiglio ejecutó solos de guitarra en “Hilos” y “Macumbia”; Emiliano Mena tocó la guitarra en “Hilos” y mandolina en “Macumbia”; Nacho Balvé hizo sonar su saxofón en “Volvernos perros”, “Desde el suelo” y “El viejo”. La familia se expandió al sumar como miembros fijos de la banda a José “Billithustra” Álvarez (hizo varias percusiones en el disco) e Ignacio Pedernera (recitó en la canción “Pedalea”).
En Pilar no abundan los espacios ni propuestas culturales como en otros lugares alrededor de la capital, pero Ladran Pájaros aporta lo suyo. Lucas nos anticipa que ya están trabajando en nuevo material: “Ya estamos laburando las canciones que van a componer nuestro segundo disco, preparando otra ensaladita, jugando con otros estilos pero con el mismo amor que en Operación garrafa.”
Escuchá Operación garrafa con su recorrido en tren a través de YouTube y el disco en todas las plataformas de streaming.