Gastón Paganini es un músico platense que hace pocos meses lanzó su primer disco de larga duración bautizado Nave, bajo el sello Cuchá! Discos de su ciudad natal. Inspirado en diversos paisajes urbanos del mundo que Gastón tuvo la oportunidad de recorrer, el disco presenta un estilo experimental de música ambiental que conforma un collage de sonidos, efectos y voces en diferentes idiomas. Para conocer más de este original trabajo, charlamos con el músico antes de su presentación el sábado 20 de agosto en el Club Cultural Lucamba.
¿Cómo fue tu recorrido musical hasta llegar a este proyecto solista?
Comencé tocando con amigos que conocía del barrio o del colegio. Hacíamos temas propios por lo general; ensayábamos mucho pero rara vez tocábamos en vivo. Luego entré a la Facultad de Bellas Artes a estudiar Composición y comencé a tocar otro tipo de música. Fue durante este período donde me crucé con el jazz y la fusión de ese lenguaje con otros géneros. Tocaba en varias bandas muy heterogéneas, aprendí mucho de eso.
En el año 2005 hice un disco con composiciones mías: Piezas para bajo presupuesto, un trabajo de carácter íntimo, grabado en el home studio de un amigo. El disco dura apenas 20 minutos, los temas en su mayoría están compuestos desde el bajo y son generalmente dúos o tríos con distintos músicos invitados. Si bien posee un formato de disco en cuanto al diseño y la producción, no fue replicada, fue todo muy casero.
Continué tocando en varias bandas, en su gran mayoría instrumentales y con una marcada impronta jazzística donde la improvisación era parte fundamental de los temas. Toqué además en distintos trabajos como sesionista tanto en vivo como en estudio.
En 2014 sentí nuevamente la necesidad de hacer algo propio pero con una sonoridad y un enfoque distinto al que venía llevando a cabo desde hace unos años. Quise retomar el formato canción con el que empecé a tocar en un principio pero no necesariamente tenían que ser canciones cantadas, sino también instrumentales…o sea, cambiar el eje. Así comenzó a gestarse Nave.
¿Cuándo y cómo comenzaron tus viajes por los distintos lugares del mundo a los que hacés referencia en Nave?
A partir del año 2008 comencé a viajar muy seguido, alguna que otra vez por placer pero en su mayoría fue por trabajo; audicioné y entré como bajista en las showbands de dos empresas de cruceros. Esto me permitió estar en lugares impensados para mí y poder conocer y contactarme con otras culturas. Cada vez que tengo la chance de realizar un contrato no lo dudo, es algo que aprendí a disfrutar. En el disco aparecen referencias a algunos de estos lugares: Liffey es el río que atraviesa Dublín en Irlanda, Ashdod es una ciudad de Israel, Rer es la red de trenes regionales de Paris… Hay muchos sonidos de ambientes que registré con un grabador en algunos sitios y terminé usándolos en el disco, como así también quedaron registradas en ciertos temas las voces de dos amigos que conocí en uno de estos viajes.
¿Qué intentás expresar en las canciones? ¿Hay un concepto general que contornea al disco?
Creo que hay un par de ejes que atraviesan los temas, por un lado la idea de traslado, de recorrido, pero no me refiero a un recorrido musical, sino de movimiento en general, y por ende de paso del tiempo, que es algo que está presente en las letras de los 3 temas cantados. Por otro lado también hay una idea de ruptura, de cambio, de desborde, de algo que va creciendo hasta salirse de su propio molde o estructura. Escuchando el disco hoy, me doy cuenta que no podría haber compuesto estos temas en otro momento, lo veo como algo muy natural y propio de lo que me sucede ahora.
¿Cómo resultó el proceso de producción del disco?
Fue un período muy movilizante. Los temas que ya tenía compuestos y que en algún momento pensé que podían llegar a formar parte de Nave quedaron descartados rápidamente, por ende todo el material que aparece en el disco fue compuesto para el disco. El hecho de co-producir este disco junto a Ignacio Martí y Fernando Taverna generó un intercambio de ideas muy motivador, nos pasábamos mucha música con la intención de prestar atención a diferentes aspectos, desde el groove de un tema, hasta los diferentes sonidos que conforman cierta textura, para encontrar una referencia cercana a lo que me imaginaba que debía sonar… Volví a escuchar bandas y discos que hacía tiempo había dejado de escuchar y también descubrí mucha música nueva a partir de esta experiencia.
¿Cómo ves la movida cultural de La Plata en lo que respecta a artistas independientes?
La Plata es desde hace muchos años una ciudad con un gran potencial y caudal artístico, al ser una ciudad universitaria convergen muchas personas de distintos lugares, siempre hay algo cocinándose, está lleno de bandas. Es una ciudad con una escena rockera muy fuerte, con mucha identidad y desde hace ya unos años la escena del jazz también viene haciendo lo suyo, con lugares que ya están instalados estéticamente dentro de cada escena y con sus respectivos públicos. Hay varios sellos independientes, lo cual no es un dato menor, de hecho Nave está editado bajo uno de ellos: Cuchá! Discos, el cual dentro de su catálogo intenta reflejar el eclecticismo presente en las distintas producciones musicales que se generan acá en La Plata, todas de un gran nivel y con una búsqueda artística muy marcada.
¿Con qué se va a encontrar el público en la fecha presentación de Nave?
La instancia de vivo es muy diferente a la instancia de estudio, eso está claro, algo que puede funcionar para uno puede no funcionar para el otro. Ensayar los temas de Nave es seguir descubriendo cosas, seguir tomando decisiones acerca de cómo llevarlos al vivo. La idea es respetar la lógica y el concepto del disco lo más que se pueda. La gente que asista el sábado 20 de agosto a Lucamba se va a encontrar con 9 personas, varias de ellas que no han compartido escenario juntas antes, con ganas de hacer música y sobretodo pasarla bien.
–
Las entradas anticipadas se pueden adquirir a través de La Disquería (La Plata/City Bell). Podés escuchar su primer corte de difusión “4 rusas” aquí: