Si Carl Sagan estuviera vivo y anduviese de paso por Buenos Aires, seguro disfrutaría zapando algún que otro tema junto a los chicos de Medalla Milagrosa. Es que al preguntarles a ellos por sus influencias, la respuesta resulta tan rigurosa como surrealista: ciencia ficción, ovnis, impresionismo, teorías conspirativas, universos paralelos, vidas pasadas, internet, pizza, lo-fi y agujeros de gusano. Y lógico; tras semejante carta de presentación, no faltan ganas de aventurarse a cruzar el portal.
Medalla Milagrosa es la nueva apuesta del sello Fuego Amigo Discos -a través del cual acaban de editar su primer EP, Pasadizo– y al indagar sobre los orígenes del proyecto nos topamos de lleno con la figura de Fabián Tripi, alias “Yoimpresionista”. Actual cantante y guitarrista de la banda, hacía ya diez años que venía grabando canciones en su computadora sin ningún fin particular excepto el amor por el sonido casero, y fue la alianza con Marcos Díaz (también guitarrista y miembro de Sué Mon Mont, Bosques y Entidad Animada), a quien había conocido tiempo atrás cuando ambos trabajaban en la misma imprenta, lo que impulsó el deseo de encaminar esas grabaciones hacia un formato más acabado. Luego se sumó Leandro Farina en el bajo (Playa Grande, Abril y Los Pajaritos Zombies) y con esa formación encararon los primeros ensayos, hasta que más adelante, con la incorporación de Martín Saralegui (Niños de Marte) en batería, terminó de completarse el formato.
Pasadizo, cuya portada extraída de una vieja revista de divulgación científica remite tanto a planos astrales como al futurismo ochentoso estilo Tron, atravesó las fronteras que separan su universo del nuestro para aterrizar finalmente en el Bandcamp oficial de Medalla el 5 de marzo de este año. No sólo está disponible en formato digital sino que además, y en línea con el espíritu DIY que caracteriza a los muchachos, también tiene una edición física en cassette que puede conseguirse en las ferias del sello. Así como es fiel a sí mismo por fuera, también se las ingenia muy bien para no perder esa frescura inicial, propia del sonido hecho en casa que tanto había impregnado aquellas primeras grabaciones (de las cuales todavía quedan algunos rastros en YouTube), y resume en seis mántricas composiciones lo que esta incipiente alianza musical promete para un futuro nada lejano.
Con un pie bien firme en el dreampop y otro en el guitarrerío lo-fi noventoso, las seis canciones que integran el EP conforman un patrón sin fisuras, y el famoso pasadizo no sólo se materializa sino que además funciona como hilo conductor e inyecta una lírica cargada de elementos esotéricos. El resultado: niños que rezan, brazos múltiples, prismas, laberintos, destellos, y por sobre todas las cosas, mucha reverb.
Mientras su psicodelia de cuerpos celestes sigue conquistando el ciberespacio, los Medalla Milagrosa ya están grabando el material que saldrá en su próximo EP y también comenzaron a girar por el circuito independiente con presentaciones. Hasta ahora tienen tres en su haber (ciclos Interzona, Entrepisos y Bermudas respectivamente) y la próxima cita será el 5 de mayo en Niceto Bar; una buena oportunidad para escucharlos en vivo. Hasta entonces, hay tiempo de sobra para ir conociéndolos.