La Plata es conocida por ser la capital bonaerense planificada con diagonales y plazas y un polo militante y universitario. Pero también es uno de los principales núcleos culturales del país, impulsada por su Facultad de Artes. Allí se formaron artistas pioneros en distintas disciplinas y cada año llegan cientos de artistas jóvenes que encuentran contención en un circuito de centros culturales y espacios públicos puestos a disposición para los eventos artísticos. Ese el punto de partida de la banda Las Olas Rompen, que en su cuarto año de vida consolidó una voz heterogénea que se respalda tanto en baladas como en explosiones punk.
Pura Vida, El Botellón, Pulsar, Casa Chicha, La Bicicletería: la banda viene recorriendo el circuito emergente platense, promoviendo el vínculo autogestivo con los nuevos ejecutores del rock progresivo local y mostrando el material grabado en sus dos EPs previos. Tanto en Vol. I (2019) como en Tormentas tropicales (2021), la experimentación sonora los empujó a combinar compases sintéticos, estética surfer y estallido de guitarras y batería, orquestando un repertorio de canciones que los transparentan ruidosos y sensibles; urbanos y psicodélicos.
“La Plata es un lugar especial para las bandas y la movida cultural -ratifica el cantante y guitarrista Matías Mattos en conversación con Indie Hoy-. Hay muchos lugares que ahora le están dando atención a las bandas emergentes. Eso está copado porque pienso que la música es una cuestión muy colectiva. Nuestras canciones nunca las hacemos solos ni salen de la nada, sino que están en diálogo y comunicación con lo que están haciendo nuestros vecinos y amigos“.
Junto con Matías, Federico Álvarez en bajo y teclado y Augusto Pedranti en batería le terminaron de dar forma al último material de la banda: un video de nueve minutos titulado “Chill”, íntegramente filmado en Super-8 durante las celebraciones que aguardaban en las calles porteñas la llegada de la selección campeona de fútbol. El concepto integral -audiovisual pero también versátil- de Las Olas Rompen se materializa en la armonía en la que conviven las máscaras sado con las banderas celestes y blancas, fundidas en el tono sepia de las imágenes. Ese fue el formato elegido para la presentación de sus dos nuevas canciones, “Vuelve a casa” y “Lunar”, unidas por un tono melancólico y sereno que renueva su repertorio, esta vez con una impronta más amorosa que su desfachatez característica.
“Con Las Olas Rompen siempre nos dimos la libertad de hacer todos los géneros y explotar todas las ideas que se nos ocurrieran sin restricciones”, dice Matías. Esta aventura artística toma forma en samples de Charly García y un fondo lo-fi, estimulado por las quemaduras de la cinta analógica. La primera canción avanza a partir de su profundidad nostálgica que ruega por un viaje hacia un pasado irrecuperable; la segunda porta una impronta de deseo, anhelando labios y piel que están al alcance de un viaje. El ciclo del amor se cierra y continúa rumbo, motorizado por la vitalidad de una guitarra que nos envuelve en un ambiente dominado por el groove relajado.
“No quiero despertarte ahora/ Pero creo que hay que salir y ver/ Cómo el sol por fin se desmorona”, invita Las Olas Rompen, mientras se suceden paisajes emblemáticos de la Capital Federal llenos de camisetas y fanáticos, con el protagonismo de dos personajes entrañables. La banda, que prepara la publicación de un nuevo material este año, se permitió sumarse a una celebración colectiva cantándole al corazón con una cámara en la mano, con el desafío que implica rescatar lo que se puede filmar por única vez para eternizarlo en el recuerdo. Es así cómo, en el concepto totalizador de música e imagen que propone su nuevo cortometraje, la banda logró replicar la sensibilidad de los vínculos y el desamor: no existe más vida que lo que se nos escapa de la mano.
Mirá el video de “Chill” a continuación y escuchá a Las Olas Rompen en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Apple Music).