El impulso de escaparse siempre ha estado en Juan Efraín. Cuando pequeño, en su natal San Rafael, el actual músico caminó por entre las fincas de Salto de las Rosas y se perdió por algunas horas. Años después, lo de perderse en caminos desconocidos se convirtió más bien en una decisión, la que llevó a Juan a recorrer Sudamérica y Europa con la guitarra al hombro, cantando sobre amor y libertad.
En 2015, Juan Efraín hizo su primera gran salida. Sin ganas de esperar a que se dieran las condiciones ideales para emprender un viaje (a.k.a tener una banda, tener dinero, tener contactos, tener un plan de acción listo y preparado), decidió hacerlo bajo las reales (a.k.a ir solo con su guitarra, sin demasiada plata ni demasiadas decisiones tomadas), y recorrió Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Brasil, tocando en más de 50 ciudades algunas de las canciones que estarían en su primer EP, Carbón (2018). El disco, grabado en Mendoza en un período de entre viajes y estrenado mientras el compositor se encontraba en Chile, está integrado por cinco canciones dueñas de un sonido crudo y una fuerte impronta rioplatense.
Entre las idas y vueltas, Juan pasó un año y medio en Mendoza, donde grabó su segundo disco, Una forma perfecta de olvidarse del tiempo, trabajo que publicó tiempo después, durante su nueva aventura: la travesía en bicicleta por España y Portugal que hizo en 2019. Fueron más de cinco mil kilómetros pedaleados y más de cien pueblos y ciudades en las que el compositor se presentó en vivo con su nueva música, esta vez más conectada con el rock y el pop argentino, aunque siempre con algunos aires folclóricos capaces de teñir el clima global.
Hoy, temporalmente en Alemania y pronto a regresar a Argentina, Juan Efraín se encuentra presentando El impulso de escaparse, tercer disco que también fue grabado en Mendoza (es casi una tradición: grabar en Mendoza y estrenar los discos en otro lugar del mundo) y que reafirma, en siete canciones directas, sensibles y con un sonido mucho más profesional que sus placas anteriores, el camino musical y vital del compositor.
El impulso de escaparse resume muy bien la historia viajera de Juan. Con una amistosa fusión de rock, pop y folk (que de a ratos recuerda a los primeros discos de Julio y Agosto, ahí donde la apuesta era ir por todo a la canción y sus detalles), y con ayuda de instrumentos como la trompeta, el violín y el cello, Juan Efraín entrega un disco muy personal -y muy divertido- en el que nos cuenta cómo es estar yéndose todo el tiempo. “Dame tu mejor abrazo, que me voy”, es la frase que da inicio al álbum y que inmediatamente marca la pauta de que nos encontraremos con un relato donde la nostalgia pega fuerte, pero también la alegría de quien busca algo más. Un relato que deja en evidencia que está bien -o que es normal- extrañar la casa y seguir queriendo estar lejos de ella un ratito más, a ver qué pasa, a ver qué trae.
Escuchá El impulso de escaparse a continuación o en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music):