Gonzalo Córdoba y Martín García Reinoso tienen un pasado musical tan amplio como abrumador. La clase de currículum vitae que dejaría sin palabras a cualquier músico de rock.
Por un lado, Córdoba es un ícono del indie argentino ya que su guitarra le dio a Suárez ese sonido característico con el que trastocó la escena en los 90 con discos claves como Horrible. Como si fuera poco, luego grabó y giró con Gustavo Cerati en la época de Fuerza natural y actualmente es parte del Trans Siberian Express, la banda de Richard Coleman, además de formar parte de Los Chicos del Espacio, la banda con la que Ciro Cavalotti toca en vivo. Reinoso, por su parte, no se queda atrás: fue guitarrista de Luis Alberto Spinetta en tiempos de Silver Sorgo, grabó en El salmón de Andrés Calamaro y giró por el mundo con Julieta Venegas.
Un día, ambos guitarristas se conocieron siendo parte de la banda de Vicentico y en 2017 decidieron, junto al baterista Juan Carena, dar forma al original proyecto Los Mudos, con el que releen clásicos del rock y la música contemporánea en versión instrumental, “estrangulando” a las versiones originales, según sus propias palabras.
Así, sus discos Vol. 1 y Vol. 2 forman galaxias a pura guitarra en las que conviven de forma tan caprichosa como interesante “She’s a Rainbow” de los Rolling Stones con “She Said, She Said” de The Beatles o la balada ochentosa “Eyes Without a Face” de Billy Idol. Pero también hay lugar para temas que salen del universo rockero. Allí están “Blade Runner”, el track icónico de Vangelis que musicalizó la clásica película de ciencia ficción de Ridley Scott y que en Argentina quedó asociada al fútbol, o la célebre balada “Something Stupid” y “Allá en el rancho grande”, la canción mexicana inmortalizada como parte de la película homónima de 1936.
La banda cuenta además con un elemento visual importante a cargo de Sandro Pujia -diseñador de iluminación de Soda Stereo, Cerati, Los Fabulosos Cadillacs, La Organización Negra y De la Guarda, entre otros- que aporta su talento a los videos y a algunos recitales del grupo completando la travesía audiovisual que proponen Los Mudos.
Un punto a destacar en la obra de Los Mudos es que, a pesar de su habilidad como guitarristas, en las interpretaciones se trasluce que ellos mismos disfrutan al tocar en contrapunto sus guitarras sin que el virtuosismo de ambos pueda ir contra el encanto pop, como demuestra por ejemplo su versión de “Heart of Glass” de Blondie. En algunos casos, como en la versión de “All My Love” de Led Zeppelin, llevan a la canción a su esencia pop quitándole la pompa sinfónica que la banda inglesa le puso a este himno al final de los setenta.
Otro elemento a destacar es cómo logran que las canciones fluyan logrando un sonido que las une a pesar de la diferente procedencia de cada una de ellas. Es como si a través de la conexión entre ambos guitarristas lograran darle unidad a un universo diverso de canciones consiguiendo una cohesión notable. Un verdadero viaje musical instrumental al que vale la pena entregarse.
Escuchá a Los Mudos en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).