Marces es una joven promesa del pop peruano que viene creciendo en estos tiempos de hacer música desde casa, sampleando de forma elegante lo que tiene a su alcance y mezclando el resultado con beats atrapantes junto a melodías delicadas que van acorde con su esencia vocal entre el jazz y el soul.
Andrea Robles Dávila, que es como se llama esta veinteañera de Lima, es estudiante de marketing y no de música. En ese último aspecto es autodidacta. Tuvo como apoyo a un padre que fue músico y a una madre con un oído musical súper exigente. Desde niña, y pese a los pocos recursos, se sumergió en libros, fichas y en internet. En YouTube y Bandcamp se hizo de un gusto ecléctico en cuanto a géneros, lo cual se nota en lo disperso de las canciones que ha ido creando. También, desde los 9 años, es voluntaria de la Nueva Semilla, un centro cultural de su país donde convive el hip hop con la música tradicional. Algunos de los estudiantes y profesores de este espacio colaboran bailando en sus videos, cosa que ella no hace muy bien debido a un problema de las rodillas, pero no deja de lado este arte. Mucho de lo que hace provoca que te muevas.
Pese a lo reciente de su trabajo, desde 2014 que viene practicando con la música a través de cóvers. “Cuestión de tiempo”, como dice una de sus canciones editada el año pasado, que no contó con su producción y es la más alejada de su sonido actual. Ella estaba en la búsqueda de un productor y, al no encontrarlo, decidió jugar con un controlador y con un programa de su computadora. Después de tanto ensayo y error, en 2017 encontró su modo de crear. Como dice su hipnótico single, es “Genuino”: lo hace de forma intuitiva y emotiva.
El contraste gris, como el color adjetivo que se le da a la capital peruana, se siente en “La niebla”, el primer single que sacó en 2019 y que ella autoprodujo. Al oírlo, uno podría imaginar a Marces mirando desde alguna ventana de su habitación alguna playa limeña en invierno, pero queriendo estar afuera. Otros lanzamientos destacados son “Solo diversión”, que uno podría pensar que es lo que hace con su música pero en cambio en esta balada su esencia vocal arde casi a solas. Todo lo contrario es el hit “No vociferan”, una canción provocadora, tanto por su voz como por la invitación que hacen sus beats al baile. Aquí colaboran JP Paredes y CSZ, músicos y productores con los que parece se ha encontrado en un mismo destino sonoro. Con CSZ ya la habíamos escuchado en “Tal y como es”, una composición más cercana al blues, pero con mucho ska, funk y groove.
La artista multifacética -también hace las tapas de sus lanzamientos- se pasea en un giro de 180 grados sin llegar a quedarse quieta en un único sonido o género. Lo mismo con los instrumentos, que toca a su manera porque es zurda: charango, ukelele, flauta, cajón peruano, batería, guitarra y bajo. En su pop, introvertido con toques percusivos, hay aires del afro y folclore latinoamericano (sobre todo de Perú), nu disco, synth-pop, gospel, hip-hop, funk, hasta el house de fines de los noventa. Algunas de esas reminiscencias pueden llevar a conectarla con Moloko, Everything But the Girl o The Bird and The Bee.
Lo último que ha publicado es “Como tú (no hay)“, canción que hace reflexionar sobre los seres queridos en el contexto que vivimos. Lo electrónico se completa con la pizca orgánica que brinda el sampleo de elementos domésticos como tazas, palos de madera y lápices. Como dice ella, sus composiciones “están llenas de buena vibra, intensas como el camu camu, con mucho bajo y kick”.
Mirá el video de “Como tú (no hay)” a continuación y escuchá a Marces en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music):