El alias musical de Máximo Sarrabayrouse puede funcionar como una pista tan honesta sobre su esencia como el nombre con el que eligió bautizar su EP debut. Bajo el pseudónimo optimista de Máximo Disfrute, el músico y productor porteño presentó en marzo Jardín aéreo (2021), su primera cosecha propia después de años de haber participado en proyectos como Los Volantazos, Flores de Sinaloa, Los Feriados y Basual, en los que se desempeñó como bajista.
Esta colección de seis canciones nos sumerge en un universo luminoso donde la armonía pop es la tierra fértil y la psicodelia el elemento clave para despegar en un vuelo espiritual. La voz suave de Máximo -en la mayoría de los temas acompañada por los delicados coros de la artista Marina Lezama, también conocida como M4leza- repite mantras como un chamán que revela verdades a la luz del fuego, palabras sencillas pero efectivas que nos invitan a alejarnos de lo gris de la ciudad y a conectarnos con la energía de lo natural.
Si bien las semillas de este proyecto solista comenzaron a sembrarse en 2018 y florecieron para el final del último verano, la historia de Jardín aéreo se remonta a las vacaciones en la localidad costera de Chapadmalal que marcaron la infancia de Máximo. Allí fue donde desarrolló un fuerte y amoroso vínculo con la naturaleza, “una sensibilidad que se despertó y se sostiene a través largas bicicleteadas con amigues a distintos parques de la ciudad”, según cuenta. Entre la evocación de los recuerdos de la niñez, la influencia del film El castillo en el cielo de Hayao Miyazaki y el pequeño oasis verde que construyó en su balcón, este joven de corazón sensible terminó de diseñar su ofrenda musical y su refugio soñado, bien plasmado en el arte de tapa que estuvo a cargo de Pablo Ocariz.
La película de Studio Ghibli no es la única influencia artística del trabajo: el nombre del EP se desprende del cuento “La luna roja” de Roberto Arlt, aunque su contenido bien podría haberse inspirado en una lectura del escritor estadounidense Henry David Thoreau. También de la literatura y la cultura argentina se extrae el alias del proyecto: Máximo Disfrute es un personaje que aparece en Los Lemmings de Fabián Casas, y también era la “mascota” del icónico parque de diversiones Italpark.
A la hora de componer, Sarrabayrouse asegura que se deja llevar más por la intuición que por la técnica: sus creaciones se dan, en sus palabras, “como un destello creativo-emocional” que irrumpe ante él. Mezclado por Martín Villulla, líder de la banda Marton Marton, y masterizado por Miguel Canel de Sun King Records, el Jardín aéreo de Máximo tiene la ligereza para convertirse en el soundtrack que acompaña el ritual de cuidado del huerto propio, y a la vez la entereza suficiente para interpretarse como un manifiesto sobre cómo ver el mundo. No debe reducirse a una catarsis musical producto de los meses de encierro: es la coronación de una vida entera de amor por el arte y por la naturaleza, de la búsqueda de una libertad que poco tiene que ver con lo material, del disfrute de las cosas simples que suelen pasar desapercibidas. Alcanza con escuchar con atención para descubrirlo: detrás de la maleza el jardinero no esconde secretos.
Escuchá Jardín aéreo de Máximo Disfrute en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).