Si buscáramos himnos pop que te ayuden a superar a tu ex y canciones que expresen las dificultades que vienen con crecer, uno de los primeros resultados podría ser Oston, el proyecto de la cantante Austin Wolfe oriunda de Utah, Estados Unidos. Luego de pasar cinco años estudiando interpretación musical y marketing en la Universidad de Columbia, Wolfe decidió cambiar las frías calles de Chicago por las playas de Los Ángeles, desde donde hoy en día desarrolla su carrera como cantautora independiente.
En 2019, publicó su EP debut titulado Sitting at the Kids Table. En sus seis canciones, Oston narra el proceso de dejar de ser una niña para convertirse en una joven adulta, y las experiencias románticas que ha vivido durante esos años. Desde relaciones tóxicas en “Give Up” y “Leading Me On”, hasta un amor fallido en “Last Time”. En cuanto al sonido, la artista más tarde admitiría que se limitó “a escribir y producir música pop muy tradicional” y en el menor tiempo posible, con el objetivo de rápidamente compartir sus primeras canciones con el mundo.
Durante 2021, Oston dio a conocer su primer álbum de estudio, Am I Talking Too Much?, donde salió del pop tradicional para buscar un sonido más oscuro que se aleje ligeramente de lo que venía haciendo. “Lo que alguna vez fue un pop sistemáticamente estructurado se ha expandido a un ámbito más de centro-izquierda, indie, que dobla los géneros -aventuraba a describir en entrevistas-. Sin meterme en ninguna caja con este proyecto, cada canción todavía está entretejida en el género pop que he aprendido a amar tanto“. Para esto buscó inspiración en discos como Nervous System de Julia Michaels, Melodrama de Lorde y Dangerous Woman de Ariana Grande, y en las producciones de MØ, Phantogram, The Japanese House y Sylvan Esso.
Aunque en canciones como “Hypocrite!”, “I Think You Should Leave” y “Lie About You” Oston continúa hablando de desamores y relaciones tóxicas, esta vez busca indagar en otros temas que siguen siendo pertinentes a la hora de crecer. Así es que logra dar una visión más completa de sus experiencias, explorando temáticas de arrepentimiento, pérdida de inocencia y salud mental a través de las suaves canciones tituladas “How To Be Human” y “Sour”.
En 2022 publicó su tercer proyecto titulado Melancholia. Las seis canciones que lo componen se centran en la llegada a la adultez, inspiradas en los cinco años que pasó en la universidad. Y aunque se enfoca en un periodo específico de su vida, las temáticas son similares a los proyectos que presentó anteriormente. El single “Whatshisface” trata sobre la misma relación tóxica que “Lie About You”, pero desde un costado diferente. Acompañada de pesadas guitarras, Oston finalmente se libera de los pensamientos de esa persona, esta canción representa el momento en el que decidió que ya no iba a afectarla.
En este álbum, Oston también se animó a cantar sobre sus inseguridades. Volviendo a su sonido más pop, “Girl In The Mirror” habla sobre su relación con las redes sociales y cómo compararse con los demás la llevan a odiar la persona que ve en el espejo. Esta constante exposición a otras personas afecta su salud mental, lo cual se ve reflejado en “Mouthwash”, una representación de cómo se siente tener un ataque de pánico ya que es algo con lo que lidia. Para oponer a la letra, buscó experimentar con un sonido más cercano al hyperpop utilizando sintetizadores y auto-tune además de compresiones y distorsiones.
A lo largo de sus canciones, el disco explora las dificultades de crecer, llegando a su momento culmine en “20 Nothing”. “Quería que esta outro fuera borrosa y confusa -explicó Oston-. Quería que tuviera percusiones al estilo Tame Impala y que hubiera un movimiento extraño y desordenado que representara cómo es crecer, algo que te haga pensar ‘Oh, Dios mío, soy un adulto’“. Así es cómo buscó un sonido nostálgico que diera un espacio para recordar que hay que apreciar las cosas que uno tiene y que, aunque la vida se vuelva cada vez más difícil, siempre se va a encontrar la forma de aceptar los cambios.
A pesar de continuar escribiendo alrededor de las mismas temáticas, Oston muestra una evolución en su música. Sitting at the Kids Table la ayudó a dar su primer paso y aprender qué quería decir con su música. En Am I Talking Too Much? logró encontrar su sonido, una instrumentalización que deriva ligeramente del pop pero agrega nuevos elementos. Melancholia es donde estas lecciones se encuentran y mezclan por primera vez en la carrera de la artista.
Escuchá a Oston en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).