Después de doce años de espera, la banda liderada por Damon Albarn y Graham Coxon editó un disco, grabado su mayor parte en Hong Kong, ciudad donde quedaron varados en 2013. Por eso, podemos decir que esta placa llega a nuestros oídos de “casualidad”, ya que si no cancelaban su show en aquella ciudad no sabemos lo que podría haber pasado.
Cuando uno se sienta a escuchar algún disco de Blur, tiene en la cabeza alguna idea de por dónde puede llegar a pasar el camino musical que los de Colchester nos llevarán. Claramente, tuvieron sus picos de creatividades y de popularidad, como con Parklife (1994, Food / SBK) o el gran 13 (1999, Food / Parlophone).
En The Magic Whip, la agrupación nos lanza algunas buenas señales. La primera, que como grupo están más unidos que hace algunos años y que no tienen problemas en seguir juntos; y la segunda, que no todas las bandas que vuelven luego de algunos años tengan que hacer productos un poco más “tacaños” en lo que respecta a creatividad y calidad.
51 minutos dura el disco, y comienza con “Lonesome Street“, la cual está muy bien ubicada en ese sitio, porque apenas se escuchan los acordes, nuestra memoria emotiva nos retrocede a los primeros discos de la banda, pero con un sonido muy bien aggiornado a la actualidad. Más allá de esto, hoy Damon Albarn es mejor cantante de lo que era en aquel momento, más preciso y algo menos “gritón”. Este tema tiene diferentes momentos, algunos más introspectivos, pero nunca de esos que puedan llegar a aburrir. La precisa guitarra de Coxon y los efectos en las voces son los protagonistas ineludibles de esta primera canción. La misma va muy en sintonía con la tercera, “Go Out“, que fue uno de los adelantos del lanzamiento, y tiene ese groove y esa cadencia marca registrada de Blur, en donde una vez más la guitarra suena precisa y con fuerza en los momentos claves. También la gran “I Broadcast” sigue esta línea, una canción “guitarrera”, con una muy buena intro con un riff y buenos sintetizadores, lo que la convierte en uno de los momentos más interesantes del disco.
En “New World Towers” es donde se nota que las canciones ya las tenía en su cabeza Damon antes de comenzar a grabar en Hong Kong, porque parece un lado B de lo que fue su disco solista Everyday Robots (2014,Parlophone). Una canción introspectiva y minimalista, pensada para sintentizadores y coros graves acompañada por un tambor. Esto se ve en otros momentos del disco, como “I Tought I Was a Spaceman“, una sombría y triste melodía que es llevada adelante por la simple, sencilla y repetitiva conjunción de sonidos electrónicos que con el correr de los minutos va dando ingreso a sintetizadores, bajo y batería, agregándole un buen ritmo y haciéndola una canción más que interesante; también la mano de Albarn se ve en el séptimo tema del disco, “My Terracota Heart“, que, a pesar de ser movida, la triste y suave voz es la protagonista, junto a unos hermosos arreglos de guitarra y una batería bien ubicada, lo que hacen a este tema uno de los mejores, que, de yapa, tiene una hermosa letra:
Cause at the moment I’m lost, and feeling that I don’t know
If I’m losing you again
I’m running out of heart today
Just sitting out the constant doubt in my head
But I don’t know what it is
I’m sweating out the toxins
Is my terracotta heart breaking? I don’t know
“Ice Cream Man” se presenta ante nosotros como el momento de experimentación y juego del disco. Con extraños sonidos que se repiten como base, guitarra acústica, un bajo presente pero que no abruma. De todas formas, seguimos viendo la mano de Damon Albarn muy protagonista siempre.
“There Are Too Many Of Us” es también uno de los puntos altos del disco. Con un comienzo un tanto lento y pausado, que con el correr de los segundos va ganando en intensidad, de todo tipo, rítmica, instrumental, vocal y sentimental. Comienza aparentando una balada triste, y termina siendo una canción bastante movida con muy buenos interludios de sintetizadores con efectos y pequeños solos de guitarra.
Con “Ghost Ship” nos vamos adentrando de a poco a lo que será el final del disco. Una canción sin grandes pretensiones, con una muy buena letra, una guitarra bien ubicada. No podemos decir que es un mal tema, pero pareciera que no tuvieron que esforzarse mucho para que les salga, que la compusieron “de taquito” como se dice vulgarmente.
“Pyongyang“, “Ong Ong” y “Mirrorball” son los últimos tres temas del disco. No están ubicados allí por mero hecho del azar. La primera es sin duda el pasaje más sombrío del disco, con la ya característica voz melancólica, la guitarra basada en sus sonidos graves y unos arreglos de fondo muy delicados. La letra termina de darle ese aire introspectivo del que hablamos:
I feel like I’m floating
persisting autotune
never end, roll on
To the palace of the doom
the temperature keeps falling
Soon there will be no lights
Just a red glow of glass coffins
Watched by someone through the night
“Ong Ong” nos remonta veinte años atrás en la historia de la música. Con sus coros alegres al principio, un lindo arreglo de piano, la guitarra como protagonista y una voz mucho más alegre de Damon Albarn.
Y como dijimos, el álbum cierra con “Mirrorball“. La banda vuelve a la oscuridad, vuelve al estilo Everyday Robots pero con guitarras, que sin duda es el que se impone a lo largo de todo el recorrido que nos propone Blur en su nuevo y esperado disco.
Es saludable ver que Blur no tuvo que vivir de Blur para sacar el disco. No necesitó reminiscencias directas a lo ya hecho y eso es sin duda una muestra de lo buenos y creativos músicos que son. Pero por otro lado, el disco no parece tener el alma de la banda, y como se dijo más arriba, el hecho de hacerlo “a las apuradas” y “de casualidad” jugó un papel importante para que los temas no tengan tanto espíritu de banda sino más bien, el que tiene en su cabeza Damon Albarn. De todas formas, son pocas las agrupaciones que hayan estado varios años separados, que hoy por hoy pueden sacar un disco de esta calidad. Por eso, creo que lo mejor que nos deja The Magic Whip, es que Blur está vivo y que podemos esperar discos de muy buena calidad en el futuro.
Blur – The Magic Whip
2015 – Parlophone
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01. Lonesome Street
02. New World Towers
03. Go Out
04. Ice Cream Man
05. Thought I Was A Spaceman
06. I Broadcast
07. My Terracotta Heart
08. There Are Too Many Of Us
09. Ghost Ship
10. Pyongyang
11. Ong Ong
12. Mirrorball