Si una banda como Car Seat Headrest saca un disco, es porque tienen algo que decir. Este proyecto ha sido una “banda” propiamente desde hace no más de 5 años, luego de una primer mitad de década llena de proyectos lo-fi en los que el joven prodigio Will Toledo era el único miembro. Luego de firmar con Matador Records y formar un grupo de músicos, sus dos lanzamientos han resonado como pocos discos de rock -y mucho menos de indie rock- lo han hecho. En 2016 sacaron Teens of Denial, una aplanadora emocional cortante, y en 2018 sacaron una nueva versión de su disco de culto Twin Fantasy, en el que Toledo revisitaba su opus adolescente de 2011 para darle un significado inédito. Con estos lanzamientos no dejaron dudas acerca de sus ambiciones como banda, con sus composiciones largas, extravagantes y aventureras que existen en y para un todo, en el que nada es dejado al azar. Como dijimos, si Toledo decide sacar nueva música, es porque tiene algo para decir.
Sin embargo, ese algo nunca estuvo tan poco claro como en Making a Door Less Open. El nuevo disco de la banda es un trabajo curioso en el que parecen dejar de lado la expansión constante de sus composiciones para tomar un paso atrás y volver a considerar su trayectoria. Ciertamente no es un disco relajado o suelto, sigue teniendo el hambre de las mejores canciones de Car Seat Headrest, pero sin la intensidad emocional y física que los caracterizó. Es la primera vez que Toledo deja que su banda tome un mayor protagonismo, como demuestran experimentos electrónicos como “Weightlifters”, “Life Worth Missing” y “Can’t Cool Me Down”. Y aunque Will siempre fue un gran escritor de melodías, aquí se enfoca en líneas más cortas y pegadizas. El primer single, “Can’t Cool Me Down”, muestra ese cambio con su estribillo gentil y chiquito, y “Martin” es una de las canciones más joviales y directas de su discografía.
Esos son los temas más amenos de un disco que se vuelve más confuso a medida que avanza, aunque de la confusión puedan salir algunos buenos resultados. Making a Door Less Open llega a su pico emocional en “There Must Be More Than Blood”, con un ritmo lento que va apilando capas de guitarras y teclados, y hace que encajen con melodías deambulantes y melancólicas. Pero para llegar a esa semi conclusión, que ya de por sí no tiene la resonancia que la banda está acostumbrada a desarrollar, se tienen que pasar por varios momentos desconcertantes. Tenemos a “Hymn (Remix)”, un juego de samples vocales y sintetizadores que no llevan a ninguna parte, perdiéndose en su propia excentricidad. Y ni hablemos de “Hollywood”, un gran tema pero que viene de ninguna parte, con el riff más simple y cantable que han hecho, y dos versos neuróticos de parte del baterista Andrew Katz, que rapea como si estuviese en el medio de un pogo. “Hollywood me hace querer vomitar” grita como si estuviera resentido con sus propias palabras. Paradójicamente, al sonar menos como sí misma, la banda nunca ha sido más accesible.
Y todo este eclecticismo sonoro… ¿para qué? ¿Cuál es el fin de todo esto? Más que nunca, se siente que no hay una progresión o una historia que contar, y se enfocan en pequeños momentos y sentimientos capturados en forma instantánea. Lo más familiar son los temas “Deadlines (Hostile)” y “Deadlines (Thoughtful)”, que se acercan a la simetría temática usual del grupo, pero no tienen esa conexión neurótica de discos anteriores. Ahora que Toledo logró sacarse todo el bagaje que tenía de proyectos anteriores, aprovechó este disco para tratar de comprender dónde está parado. Cuando en “Can’t Cool Me Down” canta “Hey! No deberíamos estar acá,” se da cuenta de que él va a tener que ser quien valore sus propios logros. Estos pensamientos aparecen de manera explícita en “There Must Be More Than Blood”, en donde busca algo que lo impulse a seguir, algo que no sea solamente el miedo, mientras repasa la trayectoria que ha tenido que hacer para llegar a este punto. Toledo sabe que tiene mucho para navegar, pero antes debe averiguar cómo lidiar con todo.
Making a Door Less Open termina con “Famous”, en el que Will proclama una y otra vez, “Por favor, ojalá todo esto importe.” Y eso es lo que encuentra como impulso, la necesidad de que todas sus acciones tengan un fin, y que ese fin lo logre llenar no solo a él o a su banda, sino a su audiencia. Es un acto admirable, pero hay que ver hacia dónde conduce.
Car Seat Headrest – Making a Door Less Open
2020 – Matador
01. Weightlifters
02. Can’t Cool Me Down
03. Deadlines (Hostile)
04. Hollywood
05. Hymn (Remix)
06. Martin
07. Deadlines (Thoughtful)
08. What’s With You Lately
09. Life Worth Missing
10. There Must Be More Than Blood
11. Famous