Cuando Netflix se encontró en el aprieto que impedía reutilizar la banda sonora original de Okupas para su reestreno, el creador de la serie Bruno Stagnaro aprovechó el altercado legal para darle a la ocasión un giro significativo. El reconocido director argentino entonces decidió contactar a Santiago Motorizado con el objetivo de que tomara las riendas del asunto. Siendo un cinéfilo indiscutido y fan de la miniserie de culto, el músico platense aceptó el desafío. El resultado está compilado en Unas vacaciones raras, el disco que reúne las canciones de El Mató a un Policía Motorizado que relevaron a los clásicos de The Rolling Stones, The Doors y The Beatles, entre otros grupos emblemáticos, que fueron utilizadas dos décadas atrás en uno de los unitarios más valiosos de la televisión nacional.
Motorizado ya había trabajado en otro proyecto audiovisual, la emocionante película de Fernando Salem La muerte no existe y el amor tampoco (2019), pero esta vez sumó a sus colegas para reversionar algunas de las canciones más populares del repertorio de la banda referente del indie local. En este sentido, Unas vacaciones raras es el sucesor del otro álbum de rarezas titulado La otra dimensión (2019), que el quinteto publicó con reversiones acústicas y canciones que habían quedado fuera de La síntesis O’Konor (2017).
A lo largo de su carrera, Motorizado evidenció que su ingenio no se limita a la composición de letras y melodías, sino que el arte gráfico complementa la singularidad de su talento con un sello autoral propio y distintivo. Ya sean dibujos apocalípticos concernientes a las tapas de sus discos, reinterpretaciones de la poesía de Fabián Casas, o el rostro de Santiago Maldonado multiplicado en concentraciones sociales. Luego de hechizarnos con un sinfín de espadas, trofeos y autos desechados, ahora se dio el lujo de ilustrar el fotograma del tercer capítulo que nos muestra a los cuatro guerreros nocturnos: Ricardo, Pollo, El Chiqui y Walter, retornando a su guarida en la línea 85. El efecto de la acuarela genera en sus rostros un ánimo desesperanzador que desdobla el infortunio de la odisea urbana.
Unas vacaciones raras abre con “La otra ciudad”, única canción inédita del repertorio y con la cual anticiparon el inesperado estreno. “Intenta escuchar, son los ruidos que conducen hacia otra ciudad”, canta Santiago con su voz imponente sobre una atmósfera sugerida por las notas dilatadas de un piano y que aumenta progresivamente mediante un fondo distorsionado por la guitarra, una batería pujante y sintetizadores que robustecen la espacialidad de su cadencia. El track salió acompañado por un video codirigido por el mismo cantante y Facundo Barrionuevo y filmado en el Docke, una de las locaciones principales de Okupas. Protagonizado por El Negro Pablo (Dante Mastropierro), la pieza audiovisual sirve como epílogo de la serie al retratar la nostalgia del antagonista marchitado por el paso del tiempo.
“El día del huracán” es la primera de las nuevas versiones del disco, y sus guitarras ya nos anticipan desde la base que vamos a apreciar un sonido mucho más pulido, pero no por eso menos fuerte. Estas nuevas versiones realzan la voz de Motorizado y equilibran la instrumentación al punto de que podamos diferenciar con claridad cada uno de sus componentes. Hay escenas de la serie en que las canciones encajan perfecto, como el momento en que los protagonistas descienden del tren y emprenden una larga caminata en búsqueda de cocaína mientras escuchamos “Vienen bajando”. La letra coincide con la perspectiva del encuadre y genera una empatía casi abstinente en los espectadores, mientras el riff de guitarra resplandece y el cambio de ritmo de la batería parece haber sido pasado por el filtro de “Las luces” con una intensidad similar.
El disco avanza con uno de los himnos de El Mató, “Yoni B”. Ese sentimiento de fraternidad y melancolía que difunde la canción permite establecer una analogía con el relato de la serie: Okupas, al igual que “Yoni B”, es una oda visceral y furibunda al ocaso de la amistad. El álbum continúa con “Día de los muertos”, la marcha nupcial con la que la banda develó su pronunciamiento distópico y le dio resonancia a su nombre. El desarrollo ecléctico del track nos lleva por un relieve emocional como si transitara el desierto con un clima sosegado, para luego desembocar al filo del abismo cuando Motorizado redime su espíritu con un temperamento desgarrador al grito de “Me arden las manos”.
Las última parte de disco sigue por la misma línea recapitulando el ímpetu que concluye la trilogía discográfica que publicó la banda durante el lapso de la década posterior al cambio de milenio con temas como “Noche negra” y “Rey del terror”. En contraste a la versión publicada trece años atrás, “Noche de los muertos” cierra el listado con un empuje desmesurado que prolonga unos segundos la duración original arañando los nueve minutos. En Unas vacaciones raras, la apertura de Día de los muertos es la consumación ideal para vigorizar la densidad sombría del obituario narrativo. Su vertiente entraña dolor, desamparo y oscuridad en un desarrollo explosivo que corona el ademán sideral con un instrumental que nos adentra en un agujero negro atestado de distorsión para guiarnos hacia la incandescencia que conlleva la aparición de las teclas que le abren camino al punteo frenético y sentencioso de Niño Elefante.
El disco termina desplegando todo ese caos sonoro que empieza de a poco a recobrar su orden y nos deja con ganas de escuchar otras versiones. Así que para los que se hayan quedado con la ilusión de oír el hit renovado de Día de los muertos, “Mi próximo movimiento”, en una aventura cinematográfica recomendamos completar el viaje con la película Atrás hay relámpagos (2017) de Julio Hernández Cordón, quien después de incluir ese clásico de El Mató se consagró como un director motorizado al emular la portada del EP Violencia en el afiche de su film Cómprame un revólver (2018).
El brío de la agrupación marcó un antes y un después en la música argentina con una impronta aplastante, elocuente y crepuscular que, con el correr de los años, trascendió del circuito underground local a los escenarios más importantes de los países de habla hispana. Por ende, se puede deducir que a partir del furor de Okupas se abre una puerta a futuro con infinitas posibilidades, ya que El Mató ratificó su facultad de estimular la representación audiovisual con una precisión sanguínea que asevera la mímesis ornamental y aditiva según las necesidades del guion.
Escuchá Unas vacaciones raras de El Mató a un Policía Motorizado en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).