Empecé la facultad de periodismo en 2011, ese mismo año en octubre Florence and the Machine editó Ceremonials, un álbum del que me enamoré completamente a primera vista y sin dudarlo adopté como el soundtrack de mi vida en ese momento, embelesada por su pompa barroca y sus estribillos a garganta y pulmón.
Este es mi último año de cursadas en la UNLP, con todo lo que eso conlleva: El stress de cursar a destajo para terminar, la incertidumbre del mundo laboral, la nostalgia que da saber que no me queda mucho más tiempo transitando esos pasillos y aulas, y como dándome la bienvenida a todo esto viene a tocarme la puerta How Big How Blue How Beautiful y no me queda otra que cerrar los ojos y agarrarlo fuerte con el mismo cagazo y con la misma fuerza que abrazo la adultez, y no solo la mía sino la de Florence Welch.
How Big How Blue How Beautiful es más grande todavía de lo que anuncia su nombre: Welch ha alcanzado un nivel de elocuencia en su escritura que no solo hace del disco algo exquisito de oir líricamente sino que también traslada al oyente a lo más profundo de las experiencias personales que inspiraron las canciones con un intimismo que lo hace único. Y es que a diferencia de sus dos trabajos anteriores, este álbum es el más personal de todos y por lo tanto también más honesto y hasta frágil; en palabras de Florence: “Ceremonials estaba muy obsesionado con la idea de escape o la trascendencia a través de la muerte, pero el nuevo álbum se convirtió en tratar de aprender cómo vivir y cómo amar en el mundo en lugar de tratar de escapar de él. Lo cual es atemorizante porque no estoy escondiendo nada, pero se sentía como algo que tenía que hacer”.
Esa oleada de catarsis post ruptura que es este tercer disco de la banda te choca de frente con fuerza, te hunde, te hace tragar agua salada en enormes cantidades y te desespera, hasta que finalmente vuelve a la calma y te deja tomar una bocanada de aire solamente para volver a arrastrarte otra vez. A la inicial “Ship to Wreck” su ritmo alegre y pegadizo y su letra llena de reflexiones y dudas le siguen las ya conocidas “What Kind of Man” y “How Big How Blue How Beautiful” que te engañan con su falsa calma solo para dejarte de cara más tarde con un riff de guitarra avasallante o un estribillo memorable.
La parte tranquila del disco la protagonizan “Various Storms and Saints” y “Long & Lost”, dos temas de bajo perfil colocados estratégicamente como un descanso al costado de la ruta para estirar los pies y tomar aire a lo largo del viaje de autoconocimiento en el que nos embarcaron Florence y compañía.
“Delilah” y “St.Jude” son los puntos fuertes de este trabajo por su simpleza y su transparencia que hiere pero transmite un mensaje conciso: el amor a veces es una mierda. En “Delilah”, Florence espera a lo largo y ancho de toda la canción una llamada de un chico que no llega y aunque sabe que es absolutamente en vano se autoconvence de que no es así “Cause I’m gonna be free and I’m gonna be fine. Maybe not tonight”. Y finalmente en “St. Jude” se da por vencida y transforma la pérdida de ese vínculo en una búsqueda y un aprendizaje: “And I’m learning, so I’m leaving, And even though I’m grieving I’m trying to find the meaning. Let loss reveal it”.
Y si bien puede que la búsqueda de Florence no haya terminado aún, al final de este disco está muy claro el camino que recorrió y los avances que hizo porque cuando uno crece, en el mejor de los casos, puede ser más honesto y sentirse más cómodo con uno mismo.
Florence and the Machine – How Big How Blue How Beautiful
2015 – Island
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01. Ship to Wreck
02. What Kind of Man
03. How Big How Blue How Beautiful
04. Queen of Peace
05. Various Storms & Saints
06. Delilah
07. Long & Lost
08. Caught
09. Third Eye
10. St Jude
11. Mother