Desde su debut en el 2008 con Antidotes, mucha agua ha pasado bajo el puente para Foals. Aquel cúmulo de influencias que iban desde el math rock, el afrobeat y el funk según la lectura de los Talking Heads hasta el post punk no es que hayan sido dejadas de lado, pero fueron absorbidas de manera tal que hoy lo reconocemos como un sonido propio.
Aquellos muchachitos con pinta de estudiantes de escuela de arte podían sonar a muchas cosas, pero se intuía personalidad en ellos. Luego de su debut siguieron dos discos más (Total Life Forever y Holy Fire) y los de Oxford fueron puliendo su sonido, que no significa necesariamente que lo hayan vuelto más prolijo, sino casi lo contrario: lo volvieron más “sucio” y abrasivo. Es justamente su costado más brutal (véanse si no sus poderosos vivos) el que ganó la pulseada, sin que por ello pierdan un ápice de su elegancia pop.
Si bien es cierto que este disco no aporta nada “nuevo” musicalmente, consolida una forma de encarar la canción: la épica de estadios y los eternos crescendos se multiplican; los climas sinuosos, que oscilan entre lo bello y lo siniestro, lo elegante y lo putrefacto, hacen eclosión en What Went Down de forma por momentos magistral, lo cual le augura a Foals un futuro asegurado entre los nombres que llenarán grandes estadios algún día.
No es que no lo hagan de alguna manera (la banda encabeza festivales, gira por todos lados y goza de cierto prestigio crítico) o que no tengan con qué, pero todavía les falta ese costado U2 –con todo lo bueno y malo que esto puede conllevar- para estar a la par de bandas como Kings of Leon o Muse, quienes desde un costado más heroico o bombástico, respectivamente, se han ganado un lugar en ese nicho de bandas de rock que tocan para las multitudes.
Sin embargo, esas multitudes primero deberán dejarse abrazar por el halo sombrío que tiñe cada una de las diez canciones que componen What Went Down. Desde el vamos, con el tema que da título al disco, pasando por la grandilocuencia de “Mountain at my Gates” y “A Knife in the Ocean”, la falsa calma de “Albatross”, la invitación al baile alla Kasabian que se pudre al final de “Snake Oil”, los Foals dejan al descubierto su costado siniestro. Hasta los elementos más luminosos (esa guitarra afrobeat de “Night Swimmers”, la percusión tribal e hipnótica de la mencionada “Albatross”, la explosión épica de la segunda mitad de “Lonely Hunter”) están teñidos de una cierta oscuridad que les sienta muy bien a las composiciones de los comandados por Yannis Philippakis. Veremos si esa densidad los despega del resto y consolida definitivamente.
Foals – What Went Down
2015 – Warner Bros
1. What Went Down
2. Mountain at My Gates
3. Birch Tree
4. Give It All
5. Albatross
6. Snake Oil
7. Night Swimmers
8. London Thunder
9. Lonely Hunter
10. A Knife in the Ocean