Hay una sinergia cinematográfica impregnada en el nuevo álbum de Jarvis Cocker que puede malinterpretarse de antemano. Por esta razón, vale aclarar desde un inicio que Chansons d’Ennui Tip-Top (2021) no se trata de la banda sonora de The French Dispatch (2021), la última película de Wes Anderson, aunque podría encajar perfectamente en cada fotograma. El vínculo entre el líder de Pulp y el singular cineasta norteamericano tiene un claro antecedente que tuvo lugar hace más de una década cuando Cocker contribuyó con una canción en Fantastic Mr. Fox (2009), la película animada en stop motion que Anderson realizó sobre el reconocido libro de Roal Dahl.
Lo mismo sucedió en The French Dispatch, a pesar de que la pesquisa se llegó a tergiversar e ilusionó a quienes especularon una colaboración entre ambos artistas. Anderson acudió al músico oriundo de Sheffield, Inglaterra, para que interprete un cóver de una canción de los sesentas llamada “Aline” de Christophe, una de las personalidades más clásicas de la música francesa. Si bien esa es la única canción que aparece en el film, el frontman de 58 años amuralló el desafío del excéntrico realizador audiovisual a expensas de la pequeña petición. Tras complacer al conquistador de Hollywood, Cocker aprovechó la ocasión para encontrar su propia satisfacción. Extasiado por el reto, grabó una docena de covers magistrales de cantantes que brillaron durante el período comprendido entre los sesenta y setenta, músicos de la talla de Serge Gainsbourg, Françoise Hardy y Jacques Dutronc. Pero el sonido de Chansons d’Ennui Tip-Top no suena para nada anticuado, sino que es una mezcolanza de vestigios saturados que Jarvis supo resignificar a modo de collage a fin de emprender un viaje al pasado con un trabajo entrañable y policromático.
El sucesor de Room 29 (2017) es un disco opulento y delirante en partes iguales que nos pasea por un ambiente onírico de principio a fin. El telón se abre con efluvios de estilo gótico con la marcha nupcial de “Dans ma chambre”, suscitando los escalofríos de las honras fúnebres. Una vez apaciguada la pompa ceremonial que se manifiesta al compás sombrío y descorazonado del piano, florece la elegancia vespertina mediante una instrumentación estridente que vigoriza el misterio consustancial de los tonos graves y severos de Cocker. “Dans ma chambre” fue publicada en 1966 por Dalida sin pena ni gloria, y meses más tarde el trío británico The Walker Brothers se encargó de popularizarla al incluir una versión en inglés llamada “In My Room”.
No hay casualidad en este acto de veneración, sino pura causalidad. Para los aires franceses que dotan al cuarto LP en solitario del cantautor inglés, nada más pertinente que absorber el encanto de sus raíces culturales. Cocker logró rescatar el aroma de esta oda parisina y desdoblar el culto para plasmar su admiración por Scott Walker, quien además de inspirarlo en su trayectoria fue el productor de We Love Life (2001), el ocaso discográfico de Pulp. Otra de las estrellas homenajeadas a lo largo del repertorio es Serge Gainsbourg. La influencia del laureado compositor se ve reflejada en tres momentos: la burbujeante “Contact”, compuesta originalmente para Brigitte Bardot; el funky de “Requiem pour un con“, canción que pertenece al soundtrack de Le Pacha (1968), el policial de Georges Lautner; y el guiño implícito de “Elle et moi” con susurros que se funden en la sensualidad del dub.
En “La tendresse” se da el lujo de tomar distancia de la pieza original de Bourvil hacia un sentido más melodramático que nos introduce en un sueño electrizante. Por la misma línea sigue “Amour, je te cherche”, una canción de Françoise Hardy que le permite a Jarvis evidenciar su grado de idoneidad con respecto a las emociones, sirviéndose de la dolencia paulatina que generan las cuerdas para atravesar corazones con el filo de una balada atmosférica. “Paroles, paroles” tampoco tiene piedad frente al sentimentalismo trasnochado; un dueto romántico que conmovió al público cincuenta años atrás al ser interpretado por Mina y Alberto Lupo en primer instancia, luego por Dalida y Alain Delon, y hoy aguarda la misma intensidad mediante el magnetismo que fluye entre las voces de Jarvis Cocker y Lætitia Sadier, cantante fundadora de Stereolab y Monade.
Aun cuando escasean los feats, en Chansons d’Ennui Tip-Top las invocaciones desbordan el repertorio. Desde la mencionada “Requiem pour un con” hasta la energía protopunk de Jacques Dutronc en “Les gens sont fous, les temps sont flous”, Cocker retrotrae el poderío característico del sexto álbum de Pulp, titulado This Is Hardcore (1998), en pos de interpolar una llamarada tan cruda que ni las lluvias arrastradas por el vendaval más furioso del sur de Francia serían capaces de apagar. Esta exaltación perdura y traduce maravillosamente los estados de su espíritu tornadizo. De la melancolía de “Mon ami la rose” pasamos al exultante himno comunista que el cineasta Jean-Luc Godard eternizó en La Chinoise (1967) parodiando los lineamientos marxistas de la histórica revuelta estudiantil que derivó en el Mayo del 68 con personajes enrojecidos sembrando la revolución al unísono de “Mao Mao”.
Pasaron más de quince años desde que Cocker inauguró su proyecto solista tras la aparición de Jarvis (2006), un álbum debut bien recibido por sus seguidores a pesar del advenimiento de una era inminente que sentenció la separación definitiva de Pulp. Quizás Chansons d’Ennui Tip-Top sea desestimado por el fanatismo más radical y conservador que se pregunta despectivamente si vale la pena apreciar un disco franchute realizado por uno de los máximos exponente del britpop. La respuesta es un rotundo “sí”. Una de las premisas fundamentales que movilizan a todo artista es que el estilo es la decepción de una espera. Por ende, la esencia no está supeditada a los géneros musicales, y el autor debe extralimitarse en ciertas decisiones para moldear su alma en la historia. Chansons d’Ennui Tip-Top no es un álbum que calmará la nostalgia de los amantes del rock alternativo de los noventa, pero definitivamente es un experimento fuera de serie que enaltece la ambición creativa de Jarvis Cocker, y asimismo, prolifera su afán por trascender victorioso en la disputa contra el inexorable paso del tiempo.
Escuchá Chansons d’Ennui Tip-Top en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).