Según la astrología, tanto la luna como venus están profundamente relacionados con la poderosa energía de lo femenino. Más aún, las “lunas rojas” son lunas llenas que implican un clímax emocional, que sacan a la luz los anhelos más profundos de nuestra mente subconsciente. En su tercer disco de estudio titulado Red Moon in Venus, Karly Marina Loaiza se inspira en algunos de esos conceptos esotéricos para entregar una obra musical que defiende a capa y espada las utopías románticas y las relaciones significativas en la época del ghosting y las situationships.
Tras la sutil intro de “In My Garden”, el álbum se inaugura con “I Wish You Roses”, una pieza de R&B seductor con tintes oníricos en la que la colombiana canta sobre despedirse sin drama de quien no supo ver su valor ni tratarla de la mejor manera. Desde este momento en adelante, Uchis elegirá la prevalencia de voces susurradas -casi etéreas-, muy a tono con la impronta introspectiva de esta producción.
Luego llega “Worth the Wait”, una composición groovy y minimalista en la que colabora nuevamente con Omar Apollo (ya habían grabado juntos los singles “Hey Boy” y “Bad Life” en 2020 y 2021 respectivamente). En este corte, se refiere a la importancia de no precipitarse a entregarse emocional y físicamente a alguien por miedo a la soledad. En cambio, la diva latina sugiere tomar conciencia del valor propio antes de vincularse con otros.
Aquella idea de ser minuciosamente selectivo con quien dejamos entrar en nuestras vidas será retomada en “Deserve Me”, con Summer Walker como invitada de lujo. En “Moonlight” profundiza el personaje de femme fatale sin miedo a nada que la autora de hits como “Telepatía” ha estado construyendo desde el comienzo de su carrera.
Por otro lado, los vínculos de pareja son reivindicados como experiencias potencialmente maravillosas y embriagadoras en temas cargados de neosoul y erotismo como “All Mine”, “Endlessly”, “Fantasy” y “Love Between…”; aunque en “Como te quiero yo” el amor también es descrito como un asunto que implica trabajo duro, conflictos, paciencia y comprensión. Uchis incluso reconoce que es imposible que un romance sea perpetuamente idílico: “’Cause we got issues, everyone does/ Si no hay drama no hay amor/ But lately, I just wanna make love”.
Finalmente, en “Blue” Uchis pareciera erigirse como la heredera del legado de Sade al retratar en una balada de pop sofisticado el costado más frío del enamoramiento. Mientras que en “Hasta cuando” y “Not Too Late (Interlude)”, ella se divierte atendiendo a sus haters al rapear rimas tan afiladas como: “At the end of the day, she’d eat my pussy if I let her/ At the end of the day, she’d trade lives with me if God let her/ So, whatever makes you feel better”.
Aún en una era caracterizada por la superficialidad de los vínculos interpersonales, Uchis apuesta por la primacía de valores humanos como la lealtad, la gratitud y la empatía por encima de la ambición desmedida y el materialismo que con frecuencia son glorificados en la obra de muchos de sus colegas. En cada uno de estos tracks, remarca la importancia de no rendirse al momento de construir las relaciones que uno cree merecer. En todo caso, es probable que el optimismo del disco esté motivado por el buen momento personal que vive la artista de 28 años, quien lleva ya más de dos años de noviazgo con el rapero Don Toliver (con quien colabora en “Fantasy”).
Red Moon in Venus es un álbum con un mensaje de poder femenino contundente que va muy en sintonía con el de himnos de amor propio tan populares como “Flowers” de Miley Cyrus. Por otro lado, este material también lleva al siguiente nivel el R&B con tintes de reggaetón y bedroom pop que ha propuesto Kali desde sus primeras canciones y la consagra como una estrella con brillo propio, quizás una de las mayores referentes del talento latinoamericano a nivel global.
Escuchá Red Moon in Venus en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).