Más allá de la irreverencia propia de un personaje conocido por gritos guturales, violencia escénica y abuso de sustancias divertidas, si tuviera que pagarle a alguien para grabar un compilado de canciones de amor, Karen O sería una de mis primeras opciones.
De hecho apostaría a que en sus momentos de sobriedad es una romántica empedernida. Incluso dentro de los Yeah Yeah Yeahs, y en las etapas más explosivas de la banda, ha propiciado líricas ahogadas en un sentimiento imposible de ser arrollado por su inherente rebeldía. Sostengo entonces, que ningún tipo de comportamiento errático puede nublar la especial escritura de O, quien siempre encontrará un modo directo y estridente de hacerte saber exactamente cómo se llama eso que estás sintiendo.
No quiero caer en redundancia, pero no puedo pasar por alto la oportunidad de recordar la firmeza post ruptura sobre la que se erige “Cheated Hearts”, el doloroso realismo de “Modern Romance” y esa hermosa y escondida última canción del primer disco “Poor Song” que irrumpe desde un inicio con un conmovedor: “Baby I’m afraid of lot of things but I ain´t scared of loving you”. Sin olvidar, por supuesto, el potencial de oda que tiene “Maps” con su “Wait, they don’t love you like i love you” o la hermosa canción a la luna que escribió junto a Ezra el año pasado.
Estas son las razones que me llevaron a confiar plena e indiscutidamente en Karen O como una guía espiritual en lo que sea a lo que ella quiera remitir con la palabra “amor” en Crush Songs, el primer trabajo que sólo lleva su nombre y apellido y, coincidentemente, es tan cálido, esperanzador, angustiante y fugaz como el amor mismo.
Tan lo-fi como un disco de Michael Cera, Crush Songs se compone de 14 canciones grabadas en el departamento de Karen en New York. Atravesar su totalidad conlleva poco más de 25 minutos que, sorpresivamente, resultan suficientes para cubrir diferentes atmósferas con la repetición de un mismo recurso: voz, guitarra, background.
El disco no pretende ser más de lo que es, es honesto en su desprolijidad y sus carencias. Más allá de mis esfuerzos por enaltecerla, Karen siempre preferirá alejarse de cualquier tipo de encasillamiento y optará por esa irreverencia que es, en algún punto, su impronta más emblemática. De ese modo, cálidas y sentidas canciones como “Ooo” o “Rapt” (las dos que abren el disco), “Sunset Sun” o el cover de The Doors “Indian Summer”, se encuentran con otras más intrincadas e indirectas como “Visits” o “Beasts” y hasta a veces innecesarias como “Native Korean Rock”. Algunas vibran en su propio ritmo: “Other Side” , “King” o “Day Go By” y en su autonomía representan lo mejor del disco, como en el caso de mi favorita por amplitud: “Body”, la cual aun no entiendo cómo no se escapó de la mente de Chan Marshall.
Así, Crush Songs es un fiel retrato del maravilloso ser que le dio vida. Es un tanto sentimental, un tanto alocado, a veces complejo, apabullante, pero siempre enérgico y febril. Es producto de una madurez que en algún punto exige no ser evadida, y pretende ser un componente esencial del crecimiento sonoro y lírico de una artista a la que no exigimos muestras de nada, a quien dejamos ser en espíritu y sentimiento. Es la exteriorización de ese intercambio tan puro la que rige y da forma al universo de este indudablemente singular disco de amor.
Karen O – Crush Songs
2014 – Cult Records
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01. Ooo
02. Rapt
03. Visits
04. Beast
05. Comes The Night
06. NYC Baby
07. Other Side
08. So Far
09. Day Go By
10. Body
11.King
12. Indian Summer
13. Sunset Sun
14. Native Korean Rock
15. Singalong