Walls, el último disco de Kings of Leon, podría tratarse de cómo los chicos de Nashville llegaron adonde querían llegar, o no; de cómo pasaron de lo más alto a intentar mantenerse a flote, o de cómo, luego de accidentes en la última gira, necesitaron volver a sus raíces.
Kings of Leon es una banda formada por tres hermanos y un primo, Caleb, Nathan, Matthew y Jared Followill, todos oriundos de Nashville, Tennesse. Vivían en casas modestas, emborrachándose por las noches y cantando en el coro de la iglesia los domingos. Pero ellos querían más. Cuánto más, aún no lo sabían. Si el primer disco era un álbum cargado de hormonas sobre la juventud en Nashville, había una canción casi premonitoria. “By givin’ in, what am i givin’ up, am I losing way too much?” decía la letra de la canción “California Waiting“, como si los Followill supieran que en algún punto de sus carreras estarían muy lejos de ser las mismas personas que grabaron los discos Young and Young Manhood y Aha Shake Heartbreak.
Only By the Night, cuarto disco de los Kings, sería el quiebre musical donde escucharíamos un sonido más maduro (Rolling Stone ya ponía cuatro estrellas en su primer EP y los Kings hicieron una gira exitosa en el Reino Unido, ganando dos Brit Awards). Ese disco, cargado de hits, daría el pie para participar en festivales masivos como Lollapalooza, obteniendo reconocimiento como “banda de estadio”. Pero las crisis llegaron después del éxito del quinto álbum, Come Around Sundown, con el que ganaron tres Grammys. Durante el tour del disco, Caleb, el cantante, se emborrachó demasiado, dando una pésima perfomance y terminando el show de forma imprevista. Cuatro días después cancelaban la gira en Estados Unidos. En 2011, la banda anunció que se tomarían un respiro que duraría seis meses pero finalmente duró dos años, en los cuales cada uno se enfocó en sus propios proyectos y en sus familias. Después de un reencuentro, volvieron a grabar. Luego del lanzamiento de Mechanical Bull, su sexto disco, el cantante cayó de un yate, con dolorosas heridas y, dos meses después, el baterista se rompió varias costillas en un accidente cuando estaban de gira.
Walls, su última producción, consta de diez canciones y fue grabado en Los Ángeles, como los dos primeros discos. El disco está producido por Markus Dravs (Coldplay, Mumford and Sons). Comienza con “Waste a Moment”, el bajo que anticipa la canción y las guitarras remiten a las glorias de los Followill en los estadios. Los Kings necesitaban volver al punto cero y reconocerse. Con este disco juegan con nuevos sonidos produciendo un sonido fresco, logran exorcizar demonios condensando el espíritu sureño y la experiencia vivida: “How did you find me? What are you looking for?” se pregunta Caleb en “Find Me”. En “Walls”, el cierre final, una canción lenta con un piano suave, muestra en su videoclip al cantante de forma íntima, con una mirada penetrante y una canción que habla del desamor y de volver a encontrarse con uno mismo.
Kings of Leon – Walls
2016 – RCA
01. Waste A Moment
02. Reverend
03. Around The World
04. Find Me
05. Over
06. Muchacho
07. Conversation Piece
08. Eyes On You
09. Wild
10. WALLS