A fines del año pasado, Matt Kivel entregaba su primer disco solista Double Exposure, diez canciones íntimas y tristes que el cantautor de Los Angeles se guardó para el fin de año. Apenas unos meses después, Kivel cambia de sello (fue fichado por Woodsist) para editar su segundo álbum solista, Days of Being Wild: esta vez son catorce las composiciones, pero la melancolía sigue ahí… sólo que la digirió con un poco de whiskey.
Después de haber lanzado ese debut, que no llegó a mucha gente (pero tampoco es que se haya buscado eso), Kivel se fue a una de las tantas colinas de Los Angeles, específicamente a una casa que tenía su amigo Paul Oldham y en seis semanas veraniegas, Kivel completó Days of Being Wild. Cuenta la leyenda que Kivel se cansó de su colección de discos y empezó a escuchar mucho la radio porque quería llegar a un sonido un poco más apto para el oído promedio. Después de todo, a la gente le gusta el rock. Pero en vez de hacer enchastres, incorporó batería y alguna que otra guitarra acústica: Led Zeppelin, Tom Petty, The Cars son bandas que estaban sonando mucho en esas estaciones y de lo que más se nutrió para trabajar en su nuevo álbum. Lejos de cualquier cosa que uno puede imaginar con esos nombres como influencias, Kivel tomó de esos monstruos del rock sólo la inspiración, haciendo un disco igual que minimalista que el anterior, un poco más eléctrico pero con tormentos varios.
Entre todo este afán por el rock clásico, Kivel tuvo unas semanas bien de rockstar y la gente que lo rodeaba en esa casa de las colinas no le iban a decir que no para acompañarlo en una birra, o con whisky. De hecho el dueño de la casa tiene su propia cerveza, así que no era algo por lo que había que preocuparse. Kivel tuvo sus días salvajes y las canciones le salieron con más facilidad: “Underwater“, “Insignificance“, la misma “Days of Being Wild“, “You and I Only” son pequeñas grandes construcciones de folk lo-fi: hay amor, hay amistad y hay menos muerte que en su primer LP.
La foto de prensa (esa que vemos acá arriba) me remite a la escena de la audición en Inside Llewyn Davis, la última cinta de los Coen. En la película, el personaje encarnado por Oscar Isaac se enfrenta a un productor muy importante, Bud Grossman (interpretado por un genial Fray Murray Abraham), pero contrario a cualquier biopic hollywoodense, Davis es rechazado en la audición a pesar de haber hecho una hermosa entrega. Matt Kivel se está preparando para las grandes ligas (sale de gira con The Clientele y formará parte de futuros festivales Woodsist), quienes quizás también lo rechacen. Pero de que ha entregado dos discos totalmente personales, simples y bellos; eso no se discute.
Matt Kivel – Days of Being Wild
2014 – Woodsist
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01. The First Time
02. Underwater
03. A Couple Hours
04. Twins
05. Insignificance
06. Little Girls
07. Open Road
08. Blonde Boy
09. Days of Being Wild
10. Only With the Wine
11. You and I Only
12. Dolphins
13. End of Adventure
14. Waving Goodbye