Ya en su opera prima, Manos de cielo (2017), la artista argentina Milagros Majó cantaba en su apertura cómo el viento la atravesaba y le contaba un cuento. Ahora, en el sucesor de aquel trabajo, Füryü, la corriente de aire se une a otras fuerzas de la naturaleza para tomar protagonismo en ocho canciones que forman un relato musical envuelto en una atmósfera onírica, en la que su voz es un hilo que surca los entretejidos rítmicos, latinoamericanos y africanos, que pasa por momentos corales, tribales y elementos electrónicos que hacen evolucionar su propuesta.
La palabra japonesa que da título al disco se divide en dos partes: “Fu”, que significa viento, y “Ryu”, que es la fluidez, la corriente, la transitoriedad. Aunque pueda parecer simple, es un concepto amplio que lleva a pensar en una vida en la que el ser humano toma las maravillas del mundo como si fueran sus compañeras. En esa hermandad que tiene Milagros Majó con la naturaleza, e inspirada en el conocimiento abstracto del encuentro con ella, nos invita a pasear, como sopladas por las distintas intensidades del viento, por estas composiciones cuyas letras se mantienen en la misma idea poética que muta de acuerdo al clima sonoro.
El viaje se inicia con “Una melodía,” una vendolina que acuna entre el soñar y el despertar de un amanecer: la voz del viento explota por momentos en una psicodelia coral. El viento se hace más fuerte en la ranchera orquestal “Cielo claro“, en la que cuenta y canta a la par de los sonidos de la trompeta con los tintineos del piano, como si fuera un sol queriendo salir entre las nubes.
Finalmente, los rayos se asoman en la balada acústica “Sol carmín“, para luego ocultarse en “Kyanos“. En la canción que le da nombre al disco, sopla una brisa similar a la del inicio, pero en vez de cantar, casi se narra el inicio de este cuento musical desde otra perspectiva. Transmite la sensación de que lo hace frente a una fogata, cuyo fuego provoca moverse alrededor con la danzarina “Ópalos“.
La aventura nocturna sigue con el vendaval de “En los bosques de álamos plateados“. El video que acompañó el single plasma toda la impronta musical y visual que ofrece la cantautora. Luego de bailar en las noches de luna y de montar el caballo azul, quizás una alegoría del viento, llega el final sin palabras de la mano de la la ráfaga instrumental de “Te encuentro“, un atisbo de un nuevo amanecer con buenos vientos.
Majó, también artista visual y nacida en 1983, se despliega a lo largo de todo este trabajo también como multi instrumentista al tocar su predilecto cuatro, la guitarra criolla, el cristalofón y el mbira -instrumento de Zimbabwe que aparece en la canción que abre el disco-. Para Füryü, Majó convocó a una larga lista de colaboradores con los que viene trabajando desde sus comienzos en la música, como el productor Diego Lezcano, el percusionista David Fernández, el tecladista Federico Blotta, el guitarrista Philippe Bacque y el multifacético Juan Ravioli. A su vez, las voces de Agathe Cipres, Florencia Álvarez Guardo y Lola Lezcano hacen su aparición.
El arte de tapa del disco, creado por la fotógrafa japonesa Mumu Ko y la diseñadora gráfica María Paz Garaloces, trae a un plano más cercano el imaginario de Milagros al darnos una imagen de su encuentro con la naturaleza. Así se siente en cada tema, donde convive la emoción de dejarse llevar o detenerse para crear algo con sustancia. Como si sus manos de cielo tocasen el viento para realizar una obra de arte donde habita la tradición y la evolución.
Escuchá Füryü de Milagros Majó en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Apple Music).