“¿No es el amor precisamente una especie de desequilibro cósmico?”, se cuestiona el filósofo esloveno Slavoj Žižek durante una de sus habituales elucubraciones. Es desde esa idea del amor como algo imperfecto e incómodo pero inevitable que parte el discurso sobre los afectos que Mitski despliega en su contundente álbum Be the Cowboy. A través de canciones breves (la duración promedio ronda los dos minutos y medio), la artista estadounidense de ascendencia japonesa recorre un sinfín de emociones, demostrando su maestría a la hora de dar vuelta el clima inicial de sus composiciones.
“Geyser” es el tema que abre el disco y parte de un ambiente gélido, recatado, para devenir más adelante en un éxtasis que va in crescendo y explota con la llegada del coro. En la siguiente pista, “Why Didn’t You Stop Me?”, nos encontramos con un electropop sobrio y contagioso; mientras que en “Old Friend” se ofrece una balada amable que habla de la empatía que tanto necesitamos de parte de ese otro con quien nos gustaría poder contar.
Sin embargo los momentos más memorables de esta producción arriban con un himno a la imposibilidad del romance en sí titulado “Lonesome Love”. Mitski arroja un balde de agua fría sobre cualquier ilusión con líneas tan directas como crueles: “Cause nobody butters me up like you, and/ Nobody fucks me like me/ In the morning, in a taxi/ I’m so very paying for/ Why am I lonely for lonesome love?”. En una narrativa similar, “Me and My Husband” retrata la tensa tragicomedia de una pareja que trata de sobrellevar la neurosis de su rutina íntima en nombre del amor.
Pero quizás el momento más luminoso, el clímax del álbum, sucede en “Nobody”, track con un ritmo apto para las pistas de baile y una sinceridad tan cáustica como conmovedora en su letra: “And I don’t want your pity/ I just want somebody near me/ Guess I’m a coward/ I just want to feel alright/ And I know no one will save me/ I’m just asking for a kiss/ Give me one good honest kiss and I’ll be alright”.
Llegando al final, “Washing Machine Heart” es otra joya reluciente en este repertorio de canciones sobre dinámicas amorosas un tanto jodidas. El rol de las guitarras rememora la genialidad de St. Vincent al desarrollar secuencias sólidas y expresivas. Poco después, el cierre del disco propone una delicada canción de compases ligeros cargados de emotividad con “Two Slow Dancers”.
Be the Cowboy marca el mejor momento en la trayectoria de Mitski, quien debutó tímidamente en 2012 con Lush. En tiempos de deconstrucción de los vínculos amorosos tradicionales, agradecemos su valiente inmersión en las profundidades del océano de los desencuentros.
Mitski – Be the Cowboy
2018 – Dead Oceans
01. Geyser
02. Why Didn’t You Stop Me?
03. Old Friend
04. A Pearl
05. Lonesome Love
06. Remember My Name
07. Me and My Husband
08. Come into the Water
09. Nobody
10. Pink in the Night
11. A Horse Named Cold Air
12. Washing Machine Heart
13. Blue Light
14. Two Slow Dancers