El vigésimo primer álbum de Thee Oh Sees (ahora conocidos como Oh Sees) consolida el sonido psicodélico de rock garaje de John Dwyer. El dúo de baterías, las irrupciones a toda velocidad de la púa alternada, y el groove estrafalario del bajo de Tim Hellman conocieron su audiencia con la salida de Smote Reverser el 17 de agosto. El conjunto californiano aún nada en las aguas del noise rock y la experimentación levemente lisérgica introduciendo a sus allegados a una nueva faceta del conjunto.
Veinte han sido los años juntos de la banda y el transcurrir del tiempo conlleva a la obligatoria reinvención del artista y su material. El estilo punk psicodélico presentado en el álbum pasado, Orcs, ya había formado un trazo estético que se consolida en Smote Reverser. Con algo más de actitud y agresión, los integrantes supieron afianzar los elementos creativos de su líder en emulaciones que llevan a pensar en un futuro de distopía fantasiosa. El arte del disco lleva a creer que la afición de Dwyer por el juego Dragones y Calabozos explicaría la portada del álbum, pues no ha de ser coincidencia su parentesco con el Demagorgon de Stranger Things.
La síntesis del presente álbum se aferra a más de una canción. “C”, el tercer tanto de Smote Reverser, es un viaje arriba en un auto de los ’70 en la noche oscura de la vía láctea. Con arreglos melódicos de guitarra y un par de baterías que llevan la mano puesta sobre la caja de cambios, nos sumamos a la aventura que se viene. Jab después de jab ruge “Overthrown” con ferocidad. Suenan los redoblantes a toda velocidad con los alaridos de una guitarra que se agudiza y llora por un poco de calma. Pero Dwyer no tendrá piedad pues su púa está ansiosa y explota esporádica al pie de las figuras predispuestas de las escalas elegidas.
“Anthemic Aggresor” resuena como el manifiesto del álbum pues sus sonidos juntan una vida digital con algo de psicodelia y jazz experimental. Partiendo el álbum al medio, el tema transita entre los vestigios de shocks instantáneos de blues y la periferia de la fantasía. En “Nail House Needle Boys”, la voz del líder susurra seductora y las alarmantes guitarras melódicas nos ponen en sintonía con la narración del vocalista.
Smote Reverser sube las expectativas del show en vivo de los americanos, pues Thee Oh Sees está próximo a pisar suelo argentino. Para esta época, un poco de buena onda californiana nunca viene mal, mucho menos para recibir la primavera y estirarle la mano al verano.
Oh Sees – Smote Reverser
2018 – Castle Face
01. Sentient Oona
02. Enrique El Cobrador
03. C
04. Overthrown
05. Last Peace
06. Moon Bog
07. Anthemic Aggressor
08. Abysmal Urn
09. Nail House Needle Boys
10. Flies Bump Against the Glass
11. Beat Quest