Inspirado en Flamenca, una novela de autor anónimo del siglo XIII, el segundo disco de Rosalía, El mal querer, es el resultado de un trabajo que llevó más de dos años. La joven española se pasó horas en el estudio junto a su amigo y productor Pablo Díaz-Reixa Díaz (El Guincho) y eso se nota en cada detalle de las canciones que componen el proyecto. Entre los dos lograron una obra muy poco usual mezclando géneros tan distintos como el flamenco y la música urbana sin caer en la trampa de lo comercial. Es un álbum experimental que toma riesgos dejando los prejuicios de lado.
Los singles son las canciones más inmediatas y digeribles en El mal querer. Los elementos del flamenco unifican el proyecto transformándolo en algo coherente y que fluye sin obstáculos. La Rosalía del debut Los ángeles sigue presente cuando deja descansar las melodías pop de los singles y reluce la flamenca que hay en ella. Es un álbum experimental pero con raíces, las canciones oscilan entre el pop urbano y el flamenco tradicional pero siempre mirando al futuro.
Al rededor de todo el disco aparecen símbolos literarios clásicos como la luna, la sangre, y algunos versos de Federico García Lorca, para continuar el camino narrativo de leyendas españolas como Enrique Morente. Es el trabajo de una respetuosa y ambiciosa estudiante, haciendo ahora lo que fue hecho antes. El espíritu que lo mueve no es particularmente nuevo, pero la ejecución y el jugo del álbum es un producto de nuestros tiempos.
El mal querer está conformado por once capítulos basados en una historia de amor intensa rodeada de celos, violencia del hombre a la mujer, miedo y locura. En “Malamente”, canción que abre el disco, se hace presente el mal augurio de una relación con final anunciado cuando Rosalía ignora los consejos de una gitana y decide encarar la relación. Más tarde, inspirada en “Bodas de sangre” de García Lorca y una intro que samplea “Mi cante por bulerías” de La Paquera de Jerez, “Que no salga la luna” es el momento cumbre del disco donde comienza a desarrollarse la historia de un amor oscuro.
“Pienso en tu mirá” describe lo fatal que pueden llegar a ser los celos: “Cuando sales por la puerta, pienso que no vuelves nunca/ Y si no te agarro fuerte, siento que será mi culpa”. Cada capítulo se vuelve más intenso, y entre beats que fusionan ruidos de motores y frenos aparece “De aquí no sales” donde la violencia se hace presente (“Con el revés de la mano/ Yo te lo dejo bien claro”). Para entender esta historia hay que tener bien claro que las letras no están escritas siempre en primera persona, sino que el punto de vista recorre los distintos personajes y deja ver la imaginación y apertura mental con la que fue creada la obra.
Rosalía se muestra vulnerable en canciones como “Reniego”, junto a la colaboración de La Orquesta Sinfónica de Bratislava, y se da el lujo de colaborar con Rossy De Palma (conocida por sus películas con Pedro Almodóvar) en “Preso”, un monólogo breve que la actriz española grabó a través de una nota de audio de WhatsApp.
El disco también tiene conexión con el pop, género que Rosalía creció escuchando de joven. En “Bagdad” usa una interpolación de “Cry Me a River” de Justin Timberlake, “Di mi nombre” toma el título del hit de Destiny’s Child “Say my name”. En la primera hay un momento de encuentro con Dios, y aparece la esperanza de que la relación funcione a pesar de todo lo malo que la rodea. En “Maldición” se utiliza un sample de Arthur Russell y el sintetizador recuerda a alguna producción de James Blake, del cual la misma Rosalía es fan. No hay nada dejado al azar en El mal querer. Es este tipo de experimentación entre diferentes géneros sin perder la esencia lo que transforma a este proyecto en algo especial. Hay una naturalidad para hacer uso de referencias al pop, a la música alternativa y a las raíces españolas que sorprende.
El disco cierra con “A ningún hombre”, un himno marcado por el autotune con una letra profunda que llama al poder femenino cuando finalmente la mujer de la historia logra alejarse del hombre que la tiene encerrada en la relación.
Hay canciones del disco que pueden ser disfrutadas por separado, pero la experiencia resulta más satisfactoria cuando se presta atención a la obra completa. Las expectativas sobre El mal querer se ven recompensadas por un proyecto que será recordado por muchos años: Rosalía ha creado un álbum que marca un antes y un después en la historia de la música española mostrándole al mundo una visión diferente de la música en castellano y demostrando que no todo tiene que ser reggaetón para llegar a lo más alto. Además de ser un triunfo personal y creativo para la joven, el disco es una bendición para la música en general.
Rosalía – El mal querer
2018 – Sony
01. Malamente (Cap.1: Augurio)
02. Que no salga la luna (Cap.2: Boda)
03. Pienso en tu mirá (Cap.3: Celos)
04. De aquí no sales (Cap.4: Disputa)
05. Reniego (Cap.5: Lamento)
06. Preso (Cap.6: Clausura)
07. Bagdad (Cap.7: Liturgia)
08. Di mi nombre (Cap.8: Éxtasis)
09. Nana (Cap.9: Concepción)
010. Maldición (Cap.10: Cordura)
011. A ningún hombre (Cap.11: Poder)