Cuatro largos años tuvo que esperar el mundo para escuchar lo nuevo de The National, un disco como un glaciar gélido en tonos blancos azulados, macizo, conciso y homogéneo.
Luego de haber adelantado cuatro canciones del disco, Sleep Well Beast vió la luz… o mejor dicho las sombras, ya que es un material bastante oscuro y melancólico en su lírica (hasta casi triste) pero sus sonidos por el contrario son enérgicos, potentes. Y aunque esos factores se mantendrán en todo el material, nada le quita ese poco de oscuridad que ya es una marca característica de la banda.
El disco abre con una canción titulada “Nobody Else Will Be There” y nos hace un recorrido lento por sobre este glaciar a fuerza de notas de piano y unos golpes austeros que apenas marcan el ritmo y que se dejan arrastrar por el viento frío. Pero es con el siguiente tema, titulado “Day I Die” que el disco se activa y comienza a marcar su impronta con un ritmo mucho mas intenso y una melodía más pegadiza, más rockera. La bestia comienza a despertarse y el gran glaciar comienza a partirse.
Una voz perezosa, rasgada y grave nos canta cada tema con un espíritu desafiante pero cargado de melancolía, de nostalgia.
“Sleep Well Beast” es el séptimo disco de la banda oriunda de Ohio, que aún sigue manteniendo un sonido característico y bastante definido, dado por la conjunción de una voz particular, con cierta cadencia, acompañada de letras reflexivas y un sonido efectivo que se mantiene entre las líneas del indie rock y el folk.
En el caso de este nuevo material, la enorme pared de hielo no nos pone un freno ante los sonidos sino que nos abraza y nos hace parte, la música nos envuelve, con pequeños punteos de guitarra que lo magnifican todo. Cada una de las canciones está cargada de una frialdad muy agradable, de una oscuridad que resulta bastante cómoda.
Canciones como “Born to Beg” nos hacen sentir solos sobre este gran espacio blanco, sin un ser vivo alrededor a kilómetros de distancia, es una canción accesible con un piano siempre presente y unas secuencias de sintetizador más bien gráciles y que se mantienen en todo el tema. A esta altura del disco esta bestia ya se despertó, de a poco la gran masa de hielo se rompe y unos grandes pedazos flotan en el mar helado.
La música sigue sonando hasta que nos topamos con “I’ll Still Destroy You”, con algunos toques más electrónicos, no tan orgánicos y unas primeras palabras que nos dicen: “Nothing I do makes me feel different” y lo dicen con razón pues este disco perfectamente podría haber cambiado su fecha de salida y transportarse al 2013 cuando la banda lanzo “Trouble Will Find Me”, ya que los sonidos y la esencia son parecidos, junto con esa sensación de vacío, de sonidos que se enfrían.
Conforme va avanzando el disco nuestro pedazo de hielo se aleja más y más de cualquier punto en el que podamos sentirnos seguros, estamos a la deriva completamente solos. Para cerrar el material aparece “Sleep Weel Beast”, canción que le da nombre al disco con una voz que parece que se va a apagar en cualquier momento, marcando el final de esta odisea. Con notas de piano desordenadas y rasgueos de guitarra desparejos, que surgen de la nada la bestia parece surgir desde adentro del agua helada, apenas congelada, para venir a buscarnos. Los sonidos de a poco se apagan, una especie de fade out bastante pausado, lento. Lentamente la bestia se acerca y lo ultimo que sentimos es el agua moverse debajo de nuestra porción de hielo.
The National – Sleep Well Beast
1. Nobody Else Will Be There
2. Day I Die
3. Walk It Back
4. The System Only Dreams in Total Darkness
5. Born to Beg
6. Turtleneck
7. Empire Line
8. I’ll Still Destroy You
9. Guilty Party
10. Carin at the Liquor Store
11. Dark Side of the Gym
12. Sleep Well Beast