No todos los discos que surgen de una separación suenan igual. Abel Tesfaye a.k.a. The Weeknd se las arregló para que su corazón roto también pudiera bailar suplicando perdón. Este artista canadiense, hijo de padre y madre etíopes, que ya lleva nueve de sus treinta años en la industria, había editado un EP en 2018, My dear melancholy, y After Hours es su cuarto disco de estudio. No todo el mundo tiene la capacidad de sacarse de encima la tristeza bailando, pero para Abel es algo necesario. Con una melancolía brillosa, sin letras felices y lleno de decepción, este disco es también lo mejor que hizo.
“After Hours”, la canción que le da nombre al álbum, es una balada de arrepentimiento con un ritmo interesante, una base bailable que al final desaparece para que él susurre lo que repite en todo el disco: “Esta vez no te voy a romper el corazón.” “Alone Again” también tiene esa suavidad, con una base metálica que funciona como introducción a su apatía, su necesidad de hablar. Y se entrega, en la mitad del tema, a la súplica con unos teclados ochenteros y zumbidos hipnotizantes de sintetizadores para decirnos: “Me tomo el pulso por segunda vez / bebí demasiado, no quiero morir / No sé si puedo estar solo otra vez / No sé si puedo dormir solo otra vez.” Con “Blinding Light” despunta el vicio y se pone a bailar con ganas: la canción más escuchada del disco en todas las plataformas de streaming nos hace acordar por qué, a pesar de tanta melancolía, The Weeknd es una de las grandes estrellas del R&B bailable.
Uno de los grandes aciertos fue que Abel haya elegido al finlandés Anton Tammi, que ya había trabajado con Halsey y Lykke Li, para filmar los videos de este disco en Las Vegas, además de un corto como acompañamiento. Decidieron que sean todos parte de algo que no sabemos bien qué es, porque ni siquiera ellos lo saben: el mismo saco rojo, la sangre, las luces brillantes de la ciudad del pecado, las drogas, el alcohol, la noche. Una especie de Pánico y locura en Las Vegas, mezclado con Joaquin Phoenix y De Niro.
En “In Your Eyes” canta “Intenté encontrar amor / en otras personas tantas veces / Pero tengo la esperanza de que sepas / que lo digo en serio cuando te digo / que eras vos la que estaba en mi cabeza,” volviendo al trágico brillo de los 80 plagados de sintes, con un solo de saxo muy sensual que no le escapa a la premisa de la culpa. “Repeat After Me (Interlude)” fue co-escrita y producida por Kevin Parker, que le imprime un sonido psicodélico muy propio del artista australiano.
Y dos de los temas más lentos terminan siendo opuestos: “Hardest to Love” es quizás, la más honesta, con una base electrónica que desaparece en el estribillo y deja a un Abel vulnerable cantando casi a capella. Pero en “Scared to Live” llega lo más aburrido: una balada con una melodía melosa comparable a “When I Was Your Man” de Bruno Mars, y con un sample de “Your Song” de Elton John metido en el estribillo. En la versión deluxe hay una versión en vivo (la única del disco) en SNL que repunta un poco, pero no mucho.
After Hours está lejos de otras grandes obras dentro de su género, como Sea Change de Beck, For Emma, Forever Ago de Bon Iver o Blue de Joni Mitchell, pero que The Weeknd no nos haga llorar no quiere decir que no esté sufriendo. Como en una fiesta que está terminando, Abel encuentra ritmos para bailar a pesar de no saber adónde ir cuando todo eso se acabe.
The Weeknd – After Hours
2020 – XO / Republic
01. Alone Again
02. Too Late
03. Hardest to Love
04. Scared to Live
05. Snowchild
06. Escape from LA
07. Heartless
08. Faith
09. Blinding Lights
10. In Your Eyes
11. Save Your Tears
12. Repeat After Me (Interlude)
13. After Hours
14. Until I Bleed Out