Para Bruce Springsteen, hubo una canción que trascendió las fronteras del tiempo y transformó el panorama del rock and roll de manera eterna. Esta canción no fue solo una melodía sino también un eco que resonó profundamente en su alma y en el tejido mismo de la música que amaba: “Like a Rolling Stone” de Bob Dylan.
Cuando Springsteen rememora su primer encuentro con esta canción, describe un momento transformativo en su vida. A los 15 años, sintonizando la radio, el sonido de ese golpe de tambor lo llevó a un viaje hacia lo desconocido, hacia un mundo donde la música no solo liberaba el cuerpo, sino que también emancipaba la mente.
“La primera vez que escuché a Bob Dylan, estaba en el coche con mi madre escuchando WMCA, y sonó ese golpe de tambor que parecía como si alguien hubiera abierto la puerta de tu mente de un puntapié“, recordó cuando fue convocado para hablar en la inducción de Dylan al Salón de la Fama del Rock and Roll.
El músico continuó: “De la misma manera en que Elvis liberaba tu cuerpo, Dylan liberaba tu mente y nos mostraba que porque la música fuera física no significaba que fuera anti intelectual. Tenía la visión y el talento para hacer una canción pop que contuviera el mundo entero. Inventó una nueva forma en que un cantante pop podía sonar, rompió las limitaciones de lo que una grabación podía lograr y cambió la cara del rock and roll para siempre“.