Jodie Foster es portadora de una prolífica carrera como actriz y una interesante filmografía como directora. A pesar de ser mundialmente conocida y haber trabajo en los estratos más altos de Hollywood, la actriz no ha estado exenta de vivir situaciones desagradables dentro de un set, algo que sucede muy a menudo en la industria.
Conocidas son las historias de abusos de poder de Alfred Hitchcock, los malos tratos de Lars Von Trier –acusado por Björk de abuso sexual– y los excéntricos pedidos de Quentin Tarantino durante los rodajes. Sin embargo, Foster reveló la mala experiencia que tuvo trabajando junto a Dennis Hopper, el director y actor reconocido fundamentalmente por Easy Rider.
Una colaboración que no se repitió
El actor fue protagonista y director de Catchfire, una película de 1990 en la que trabajó junto a Foster. La cinta relata la historia de un asesino que persigue a una mujer -testigo del asesinato que cometió- de la cual termina enamorándose perdidamente. Este film resultó un fracaso de taquilla y una decepción para la crítica, además de representar un proyecto olvidable para la actriz de El silencio de los inocentes.
La guionista del film, Ann Louise Bardach, declaró que trabajar con Hopper había sido “una locura”, aunque elogió su visión para el cine. Por su parte, Foster no dio nombres, pero en una entrevista describió: “Trabajé con un actor y director que fue un verdadero sufrimiento. Fue muy difícil para mí, muy difícil“. Si bien nunca llegaron a conocerse los pormenores de esta experiencia, los actores no volvieron a colaborar luego de esta película.