Brian Eno es uno de los más importantes productores musicales de las últimas décadas y entre todas las bandas con las que trabajó destaca U2. Junto a Bono y compañía participó en la grabación de algunas de las obras más importantes del conjunto irlandés como The Joshua Tree, Achtung Baby y All That You Can’t Leave Behind, ayudando a la banda a alcanzar un altísimo nivel de éxito y popularidad a nivel mundial.
Aunque a lo largo de su carrera Eno ha sido uno de los colaboradores claves de U2, no todas las canciones del cuarteto de Dublín fueron de su agrado. De hecho, según recuerda Far Out Magazine, odió tanto una pista que intentó destruirla. El track en cuestión es “Where the Streets Have No Name“, tema que abre el aclamado quinto disco del grupo, The Joshua Tree (1987).
Según el citado medio británico, el propio Bono admitió que, al momento de entrar a grabar, su ahora clásico era un mero “boceto”. Sin embargo, Eno se metió de lleno en la desestructurada canción y se obsesionó con la idea de darle forma, por lo que le dedicó “el 40% de su tiempo” en el álbum. A pesar de su esfuerzo por sacar el tema adelante, Eno se frustró con la pista y desarrolló un odio tal por la misma que terminó pidiéndoles a los asistentes del estudio que la destruyeran.
Un tema que los puso de mal humor
“Fue un trabalenguas para la sección rítmica, con compases de longitudes extrañas que pusieron a todos de mal humor”, recordó el otro productor del disco, Daniel Lanois, en una entrevista con Mojo. “Recuerdo haber señalado una pizarra, guiando a todos a través de los cambios como un profesor de ciencias”.
Más allá de los gustos personales de Eno, lo cierto es que “Where the Streets Have No Name” terminó convirtiéndose en una de las canciones más populares de U2. Tal es así que Bono afirmó: “Debemos haberla tocado miles de veces, y no importa cuán mierda sea el show, cuán fuera de forma esté la banda o, más probablemente, el cantante: hasta el día de hoy, cuando tocamos ‘Streets’, es como si Dios caminara por el lugar”.