Desde el inicio de la pandemia, todo cambió para Buenos Muchachos. La banda uruguaya liderada por el músico y poeta Pedro Dalton no pudo volver a tocar en Argentina, lo mismo que le pasó con su otro proyecto Chillan Las Bestias. Sin embargo, en esos dos años sí vio luz el disco Vendrás a verte morir, que si bien salió en diciembre del 2020, por la agenda pandémica recién fue presentado en vivo en Montevideo en 2021. En este contexto, la vuelta a Buenos Aires estaba pautada primero para marzo y luego para abril de este año en Niceto, pero por problemas de salud de un integrante la fecha se suspendió.
En este panorama, Dalton reflexionó con Indie Hoy sobre los climas del álbum, su trabajo individual, sus ganas de tocar en Argentina y cómo se imagina el futuro de la banda.
El último disco tiene un aura distinta, como de un sentimiento de apocalipsis terminando, saliendo de la tormenta. ¿De dónde sale la necesidad de ese disco? ¿Tiene que ver con la pandemia?
En general, no somos muy actuales, la verdad. El disco ya estaba compuesto y armado para grabar, y el día que entrábamos a grabar fue el que se declaró la pandemia en Uruguay, el 13 de marzo. Íbamos a tocar todos juntos para grabar la batería y el bajo para tener la energía del vivo, pero como se pudrió todo decidimos no hacerlo. No se sabía lo que iba a pasar y a los 40 días decidimos grabarlo igual pero de a uno según los protocolos. O sea, nos cambiábamos la ropa para entrar al estudio, no había nadie en la misma habitación y así lo fuimos grabado. No tiene nada que ver con la pandemia, sino con una mirada de después del apocalipsis, una visión desde ese lado.
Los músicos uruguayos suelen hablar de la incertidumbre de poder tocar y de repente ya no. ¿Cómo se insertó eso dentro del concepto que venían trabajando? ¿Qué tanto pudieron tocarlo durante este proceso post salida del disco?
Fuimos la primera banda en tocar en Uruguay y creo que en Latinoamérica, en junio del 2020. Ahí hicimos nueve fechas en La Trastienda por el tema protocolar, porque estaba habilitada para 160 personas nada más y con tapabocas, y con 4 personas en el escenario. Hicimos un show donde todos entrábamos y salíamos todo el tiempo. Después tuvimos esos altibajos y el 3 de diciembre del 2021 presentamos el disco en el Teatro de Verano, que es un lugar abierto entonces estaba todo bastante bien de aforo. Después surgieron las fechas de La Trastienda de marzo y en este caso en particular decidimos hacer dos para bajarle el precio a la entrada, porque una cosa es para 160 personas y otra para 700. Metimos uno de yapa para la gente que no se vacunó, pero no vamos a manejar esa idea todo el tiempo.
En este tiempo de pandemia estuviste trabajando también con Luciano Supervielle. ¿Cómo fue esa experiencia?
Eso estuvo divino. Me habían invitado a recitar poesía cuando tocó Patti Smith en Uruguay, y se me ocurrió buscar algo musical también. Hablé con Luciano, que es pianista clásico y hiphopero, entonces es una mezcla alucinante. Ya habíamos hecho algunas cosas juntos muy casuales en una banda que se llamaba Enlaces, que estaba Juan Casanova, Sebastián Teysera de La Vela [Puerca], él, Matías Rada, Pepe Canedo de La Vela y un montón de gente que tocábamos cada tanto. Yo con él tenía un momento que tocábamos una canción de Buenos Muchachos en piano y voz, y siempre quedó la idea de hacer algo juntos. Me ofrecieron esto, sabía que podía componer lo que yo necesitaba, lo llamé y estuvo alucinante. Armamos un show que lo estamos tocando ahora cada tanto en algunos teatros y lugares.
Decías “lo que yo necesitaba”. ¿Cómo trabajás y encontrás músicos que se adapten a tu poesía?
Lo que pasa es que tanto Buenos Muchachos como Chillan Las Bestias es gente que lee, que le gusta la poesía y les gusta un tipo de música que poetizar es encantador. De hecho, cuando me llama Chilla Las Bestias fue para poner poesía en la música que hacían, con canciones que bancan ese mundo mío. En realidad es todo mutuo, ellos necesitan ese tipo de cantante también, tanto los Buenos como Chillan. Es música de palo poético, sin estribillos. Ni Chillan ni Buenos hacen música con estribillos, si fuera por ellos no volverían nunca más a repetir nada. Es re loco.
¿Encontrás un espacio común para todos tus proyectos en Buenos Aires y Montevideo? Hay varias bandas que buscan salir ahora del estribillo rockero.
Conozco poco cómo está funcionando ahora el mundo bonaerense después de la pandemia, pero hay una cosa que pasa desde que soy chico en Buenos Aires, desde que tengo 17 años y me gustan los Pistols, es que hay una movida muy grande underground, de culto o como quieras llamarle funcionando al 1000% pase lo que pase. Pasó el 2001, pasó Cromañón y sigue funcionando. Cuando sucede lo de Cromañón, que Buenos Muchachos no pueden tocar en Buenos Aires porque no había lugares chicos, se hacían recitales en casas o salas de ensayo. Me encanta el poder cultural que tiene el underground a todo nivel, no paran de hacer discos, revistas y libros. Es una cosa fabulosa y me siento muy parte de eso aunque no tenga contacto ahora. Es mucho más rico que lo que sería lo masivo.
Nos une una cuestión melancólica a Buenos Aires y Montevideo, ¿no?
Sí, total. Viví en Buenos Aires muchos años, me sé mover y tengo mis lugares propios. Tengo bares y lugares que voy a estar solo y es un mundo alucinante. Es lo mismo que le pasa a Chillan, vienen acá y es parte de la hegemonía de su música. Creo que el río siempre nos unió y nunca nos dividió, es un hecho.
Además, en Montevideo se cruzan las diferentes bandas en la misma escena, ¿no? ¿Eso ayuda a que se retroalimenten?
Es que nos conocemos todos. Acá no hay underground porque todo es underground. Es tan así que bandas como No Te Va Gustar, La Vela, Buitres o Cuarteto de Nos están en contacto con Niña Lobo o con nosotros. Es parte de lo mismo. Obviamente ellos no pudieron tocar en la pandemia porque tenés que hacer 200 recitales chiquitos, pero nos conocemos todos y vamos juntos para el mismo lado.
¿Cuánto tiempo pasó desde el último show de Buenos Muchachos en Buenos Aires? ¿Y cuánto pasaste sin ver a los Chillan Las Bestias?
Fueron los dos años. En el 2019 tocamos en Niceto Lado B y nos fue de puta madre, agotamos 350 entradas, y después pegó la pandemia. Íbamos a hacerlo al año siguiente y quizás dos fechas, pero pasó todo y derivó en dos años sin vernos. A los Chillan Las Bestias los había visto en diciembre de 2019 que tocamos las dos bandas y después no los vi hasta octubre de 2021, el año pasado. Fue durísimo, pero las cosas te las tomás como vienen y lo hacés de la mejor forma que puedas.
El haber pasado por tantas etapas de restricciones, ¿los ayudó a mantener las ansias cuando se suspendió el show en Buenos Aires?
Sí, en realidad hubo algunos problemas internos de salud y los que sí podíamos viajar lo vimos que se venía revuelto, así que decidimos tomarnos un tiempo más. Tenemos como 30 años de carrera y cuando vemos que la cosa viene medio rara decidimos aguantar un poco la mano, por algo pasan las cosas. No vamos a conquistar al mundo ni nada, queremos tocar en Buenos Aires porque nos encanta.
¿Buscaban recuperar un poco el contacto más seguido en Argentina?
Queremos hacer un show en Buenos Aires para mostrar algo que nunca mostramos y después veremos. Creo que es una posibilidad de poder tocar en más lugares, donde se pueda. Le hace bien a la banda tocar más seguido porque acá agotás más rápido. Pero ahora queremos llevar un show a Buenos Aires que esté bueno para a fin de año o el año que viene hacer otro, que quede la puerta abierta.
El disco se presentó poco por los vaivenes de la pandemia. ¿Eso ayuda a que le queda mucho por dar para adelante y en pensar en recuperar la fecha en Buenos Aires?
Sí, queremos hacer una gira por los teatros del interior de Uruguay que ya lo hicimos una vuelta para tocar el disco un poco. Igual lo más importante para nosotros es tocar y punto. Estamos grandes y queremos tocar.
Buenos Muchachos se presenta el lunes 25 de julio a las 21 h en el Auditorio Nacional Adela Reta (Calle Andes esquina Mercedes, Montevideo), entradas disponibles a través de Tickantel. Escuchá Vendrás a verme morir en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).