Toda luz crea sombras. De eso se trata la fórmula de Crumb, de encontrar el equilibrio perfecto entre la transparencia y la oscuridad. Este grupo originario de Boston se encargó de delinear el trastorno bipolar consustancial al ser humano con un repertorio que adolece de anacronismo para configurar la anarquía emocional contemporánea y así transmitir la delicadeza del poder disfrutar la tristeza al menos por un rato. Pero su propuesta no suena anclada al pasado, sino como una mezcolanza de elementos que el cuarteto supo recrear a modo de collage en un experimento sólido y locuaz con dosis de neopsicodelia, melancolía y resiliencia distribuidas en diversas melodías atmosféricas que oscilan entre el dream pop, el free jazz y el rock de los sesenta.
“Siempre está evolucionando, pero nos gusta simplemente meternos en un cuarto y dejar fluir la energía del momento, porque todos vivimos en lugares diferentes, separados entre ciudades- cuenta la guitarrista y cantante Lila Ramani en conversación con Indie Hoy acerca del modus operandi que guía la exploración musical en cada encuentro-. Cuando empezamos a trabajar juntos fue un proceso muy instintivo. Cada uno trae su propio ritmo y vibra, y es como si naturalmente se formara un experimento que concluye en una canción”.
A mediados del año pasado, la banda estadounidense expandió su universo estético a partir de la salida de Ice Melt, un álbum de diez tracks que ofrecen mucha mística en una amalgama de paisajes relajantes. En palabras de la tecladista Bri Aronow: “Siento que hay transiciones del pasar de un estado al otro, y es algo que siempre fue algo que prevaleció en el grupo. Nuestros álbumes son una colección de sensaciones, una reflexión honesta de lo que sentimos, y la interpretación de todo eso siempre queda en manos del oyente”.
“Ya teníamos las composiciones antes de la pandemia. Empezamos a grabar el álbum y después nos tuvimos que aislar. Descansamos un poco y volvimos al ruedo”, cuenta la joven vocalista. Ice Melt le adhiere una pincelada celestial a la nebulosa de Crumb, obteniendo como resultado una ensoñación serena, conmovedora y sumamente nostálgica. “Estaban pasando muchas cosas mientras trabajábamos -agrega Aronow-. Era muy especial estar atravesando juntos ese momento tan apocalíptico con nuestro productor. Se sintió realmente muy intenso, algo que vamos a recordar por muchos años”.
En esa incertidumbre, tonificaron un lenguaje que ya estaba latente en trabajos prematuros como su EP homónimo de 2016 y en el revelador segundo EP Locket (2017). “Volver a escuchar esos discos es lindo la verdad -admite Aronow-. Tienen algo de juventud e ingenuidad, pero también significaron el comienzo del proceso de experimentación que vendría después. Hay una gran cantidad de ‘hagámoslo, vayamos por eso, intentemos esto o lo otro’. Siento que estamos constantemente intentando volver a ese espacio de creación”.
“Sí, hay algo realmente crudo y sin filtro en Locket -agrega Lila-. Una versión antigua de nosotros mismos. Y es una locura pensar que pasaron cinco años desde que salió. Todavía hoy hay gente que se acerca y nos habla del EP. Mirando hacia atrás, siento que fue una gran época de aprendizaje”.
Crumb es una banda independiente en cuerpo y alma. Por lo tanto, en lugar de lidiar con los planteamientos y obstáculos de la industria musical, decidieron transitar a lo largo de su trayectoria como dueños indiscutidos de las decisiones artísticas y comerciales al fundar su propio sello discográfico llamado Crumb Records. “No somos una disquera en el sentido tradicional de la palabra -admiten-. No tenemos intenciones de buscar y contratar artistas. Pero sí somos muy apasionados de que el artista pueda crear su propia música sin ser controlado por nadie para sacar de lo mejor de si”.
Con su impronta característica que combina un amplio abanico de sonoridades bajo un velo hipnótico, Crumb generó una reputación sincera y consecuente que renovó la ansiedad en sus oyentes a través de Jinx (2019), su LP debut ampliamente elogiado por la crítica. “Fue la primera vez que hicimos un álbum completo -explica Bri sobre el LP con temas que Ramani había compuesto cuando iba a la escuela secundaria-. Siento que aprendimos mucho, porque a su vez, fue la primera vez que hilamos diez canciones bajo el mismo concepto. Cada álbum que hacemos refleja un momento determinado. Luego pensamos qué hacer para el siguiente, vemos qué funcionó o no. A ese álbum en particular lo recuerdo como el intenso comienzo del grupo, y el comienzo de las giras”.
Crumb es una apuesta poco habitual, escurridiza en sus intensiones y con un imaginario perspicaz que trasciende los límites musicales. Un híbrido entre el arraigo de lo clásico y lo moderno en una ceremonia tribal. Esa sensación desemboca en un profundo sentimiento de liberación: el paso del día a la noche y los constantes claroscuros reflejan la silenciosa ebullición de sus protagonistas en pos de una revelación metafísica y corporal.
“Estamos inspirados por tantos tipos de arte y movimiento porque tenemos que viajar todo el tiempo -sostiene Bri Aronow-. Es tan inspirador y es difícil ponerlo en palabras, pero creo que es una experiencia psicodélica el hecho de experimentar cosas nuevas y estar constantemente desafiando o abriendo nuestros sentidos en algo como servir a la música. Me parece cool que seamos cuatro personas que se reúnen a dibujar qué tipo experiencias les inspiran a cada uno”.
Para nuestra suerte, la espera terminó. El cuarteto llega por primera vez a Buenos Aires con el objetivo de compartir sus canciones en el marco del festival Music Wins. Y según lo prometido por la misma Lila, será una presentación inolvidable: “Les vamos a dar el mejor show que podamos. Estamos muy emocionados obviamente. Nunca estuvimos en Sudamérica, creo que es lo más al sur que cualquiera de nosotros haya ido. Así que siempre es muy divertido llevar este show que hemos estado haciendo durante mucho tiempo a lugares nuevos y llenarlos a ustedes con la energía de Crumb”.
Crumb se presenta el sábado 10 de diciembre a las 18:30 h en el festival Music Wins (Club Ciudad de Buenos Aires, Av. del Libertador 7501), entradas disponibles a través de Venti. Escuchá Ice Melt en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).