En un año un tanto accidentado y claustrofóbico, un nuevo disco es más que nunca una ventana, un paseo. Pitucardi, abriendo las cortinas con suavidad, nos introduce en la cálida luz y el aire fresco de las canciones que integran Carita, el disco que grabó el año pasado en los estudios Sale la Luna bajo la supervisión de Santiago Adano y Dante Frágola, y que estrenó el 21 de octubre a través de todas las plataformas digitales.
Con la guitarra criolla al frente, arreglos delicados y una impronta muy personal, la nueva entrega del también líder de la banda Expediciones Científicas es un relato cotidiano hecho a base de reflexiones tan mundanas como espirituales. “Todos me van a preguntar por mis cosas y yo nunca supe bien lo que es mío”, canta en “Sol en Piscis”, el primer single que adelantó del disco. “Nada para decir hoy, respondo con memes”, dice en la canción que finaliza el álbum. Carita parece ser una especie de anotador en formato canción con recordatorios de frases dichas por amigos, dibujos, comentarios y pensamientos en espiral generadores -y resultado- de un fuerte movimiento interno.
Producido por Martín Mikulik y por el propio Pitucardi, el álbum de poco más de veintitrés minutos cuenta además con varios invitados del colorido mundo del indie argentino como Paula Trama de Los Besos, Miguel Canevari de Julio y Agosto), Ivo Ferrer, Lea Franov y más.
El arte de tapa también estuvo a cargo del compositor y nació a raíz de la ejecución de la carátula del primer single del disco. “Como es un disco más personal, quise conectar un poco más con mi mundo visual, incorporar mis dibujos. Al hacer la tapa de ‘Sol en Piscis’ se me ocurrió que todas podían ser caritas y dibujé la carita de un animal de la tapa, así que el título fue dictaminado por la tapa y no al revés, como suele ser”, sentencia Pitu.
Venías tocando y sacando material con Expediciones Científicas. ¿Cuándo y por qué decidiste lanzar un disco solista?
En Carita quise explorar el formato canción, más acústico, ya que con Expediciones estábamos en un camino más electro, de sintetizadores y baterías programadas. Yo compongo mucho desde la computadora, pero en este caso todas las canciones nacieron de la guitarra criolla. Todo es guitarra, voz, y algunas teclas, cuerdas o sintes. Y si me preguntás de dónde surgió, siento que el disco nació en San Rafael, Mendoza, en casa de mi amiga Lo. Ese verano del 2019 estuve en su casa, viendo la Cordillera de los Andes todos los días y tocando y cantando también todos los días. Salieron muchas canciones en ese viaje y fue ahí cuando pensé en hacer un disco más de guitarra.
¿Cómo fue el proceso de grabación del disco?
El año pasado apareció la oportunidad de grabar en Sale la Luna con Santi Adano y le pagué un poco con plata y otro poco con clases de dibujo. Antes de ir a grabar, mandé varias maquetas de canciones a un puñado de amigues para que me ayuden a elegir. Elegimos ocho y las grabé todas en un solo día en una jornada muy larga. Ese día estaba engripado -oh casualidad-, pero luego de diez horas de grabación, todas las guitarras y las voces estaban listas. Lo di todo. Hay una canción, “Shitty Things”, que fue grabada guitarra y voz al mismo tiempo. Santi Adano y Dante Frágola me re bancaron. Ese día se dio una muy buena energía entre los tres. Después le mandé el material a Martin Mikulik y empezamos a pensar en qué colores darle a las canciones. Muchas sugerencias e ideas son de él, por eso lo produjimos juntos.
El disco lo grabaste el 2019 pero toda la post producción fue en pleno momento de pandemia y cuarentena. ¿Influyó de alguna manera este nuevo contexto en el resultado final del álbum?
Por supuesto. En 2019 grabé principalmente guitarras y voces. Después por circunstancias personales de lo más cotidianas -como tener dos mudanzas en el medio- se me empezó a agotar la energía para seguir trabajando en el disco. Le dije a Martín, con quien estábamos trabajando, que por favor usáramos lo que había, que no tenía ganas de grabar ni una sola nota más. Estaba medio desganado. Él estuvo de acuerdo y me sugirió que podía también grabar cosas él, lo cual hizo. Pero la verdad es que en un momento, entre sus obligaciones y las mías, el disco parecía que no iba a salir nunca. Luego vino el momento de la pandemia. Martín retomó el trabajo, me mandó un par de mezclas y eso reactivó el laburo. También le pudimos dedicar más tiempo y yo me digné a regrabar algunas cosas, corregir algunas bases e incluso invité a participar a un par de amigues más. Sentir que no nos corría nadie fue muy bueno.
Tenés muchos seguidores por tu trabajo como ilustrador y caricaturista. ¿Cómo se juntan estos dos oficios, la música y el dibujo, hoy en tu vida? ¿Se retroalimentan? ¿Dialogan naturalmente?
Son dos oficios que por supuesto siempre dialogaron en mí, pero sentía que eran energías diferentes las que se necesitan para una cosa y la otra, aunque compartan cierto espectro. Lo que pasó es que por ser un disco mío y no de la banda, me pareció que podía ser un poco más autorreferencial y usar mis dibujos, por ejemplo en la tapa. También quería que la gente que me sigue por lo visual sienta alguna curiosidad por mi música. El dibujo es algo que hago desde siempre y de lo cual siempre me sentí más seguro, también porque estudié en Bellas Artes. Soy profe. Con la música me siento un poco menos seguro. Nunca llego o hasta ahora nunca he llegado a tomármelo profesionalmente. Eso tiene lo bueno de la frescura y de hacerlo porque me gusta mucho. Y tiene lo malo de a veces no creérmela lo suficiente.
¿Habrá una presentación, presencial u online, de Carita?
Va a haber un concierto online desde mi casa, seguro. Aún no sé bien cuándo, pero me gustaría hacerlo en noviembre.
Escuchá Carita en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music, YouTube).