“Lo único que sabemos es que va a salir un once”, anticipa sin un motivo aparente Leandro Isaguirre al referirse a la fecha de lanzamiento de su nuevo disco. “Los dos nacimos un once y siempre que miramos el reloj son las once y once. Somos medio enfermos de la numerología. Nos gusta jugar con eso”, agrega Lucía Peuscovich para justificar lo dicho por su compañero y amigo. Este ya no está solo.
Irónicamente, el álbum en cuestión es el paso con el que Hijo Único deja de ser solo uno. Si bien nació el proyecto en 2016 como el comienzo de la carrera solista de Isaguirre, el músico de 33 años adoptó en el camino a una hermana menor para emprender una nueva etapa de exploración sonora. “Un día vino Lupe y me dijo ‘Che loco, estoy acá. Estamos juntos. Vamos para adelante los dos’. Agradezco que se haya dado cuenta. Es esencial que ella sea parte de todo esto”, comparte el primogénito de esta familia que ahora también componen Joa Muriel (guitarra de Marilina Bertoldi), Baltazar Martínez y Francisco Cirillo (de Sucio Rosa), Delfina Peydro (de El Asesino del Romance), Rodrigo Villanueva (de El Enemigo) y Federico Aguilar Tejada. “Se armaron los demos de los nuevas canciones y justo antes de que se sume la Big Band, entré yo”, cuenta la cantante. “Estaban todas las armonías pero eran medio complejas. Una noche me invitan a mí y no me acuerdo quién dijo medio en chiste de hacerle melodías. Nos tomamos un vino y me puse a grabar. Hice una toma de cada tema e hice todas melodías. Después lo escuchamos y dijimos ‘ya está’”, agrega.
Esa noche en la casa de Isaguirre se cerraron las canciones de un inminente LP, del que ya se conocieron tres cortes de difusión. “‘Subiendo’ habla de una relación que tuve”, explica el mendocino sobre el primero de esta serie. “Hace referencia al cierre de una pareja o de una situación que involucra a dos personas de la manera más positiva posible. Despegarse y despegar para arriba, por eso el tema se llama así”. Al tiempo que la intérprete completa: “Habla de algo que se está desaguando pero también de cuando las cosas empiezan a ser diferentes y se genera esa tensión que se va liberando a medida que avanza la canción”.
Con la colaboración de Mariano Peccinetti -líder de Las Luces Primeras– en guitarras, el ahora dúo cerro la producción de “Van Hassen”, y lo publicó a fines de abril. Tal como la banda lo presenta, el segundo single cuyo título hace alusión a la marca de tabaco inglesa se opone a los opresores de la libertad de expresión, a los anti ambientalistas, y a la alienación del contacto y las relaciones personales. No es casual, entonces, que haya sido concebida durante los incendios de la selva amazónica de 2019. “Pone en la lupa ciertas contradicciones. Expone cómo al poder mundial se le zafó el mecanismo y se descontroló”, indica la música de 22 años. A lo que su compañero añade: “Si nosotros mismos como pueblo no nos enteramos y nos ponemos las pilas y lo hacemos entre todos, obviamente que esto va a seguir y vamos a seguir viviendo en la misma ignorancia”. Entonces, Lupe remata: “Como si nos fueran a poner el nombre de una marca, como al tema”.
“Si vos me ves a mí/Yo estoy en son de paz/Si vos venís acá/Te voy a abrazar”, reza la letra de “Si me ves”. Sobre este tercer y último adelanto, el ex miembro de Las Luces Primeras expresa: “Quisimos trabajar la idea del amor y del odio. Si te dan odio, en vez de dar más odio, devolver amor ante todo eso”. “Por eso dice ‘No me asusta la ciudad/Tampoco tu maldad’, como refiriéndose a un punto que puede ser una persona o un lugar. Una fuente negativa”, traduce Peuscovich acerca del single que tuvo como invitado al mendocino Agustín Stanziola en el bajo. “Y dice ‘No voy a pelear/Pero sí me defenderé’, como diciendo ‘yo no quiero tener problemas’”. Es habitual que quienes integren la escena musical en el país opten por dejar a interpretación del oyente el sentido de sus letras sin dar demasiadas explicaciones al respecto. En contramano a esa lógica instaurada y con el claro propósito de hacer llegar sus mensajes, Hijo Único se esmera por comunicar los pormenores de cada una de las canciones del nuevo material, inicialmente compuestas como instrumentales.
“Las letras fueron decantando a lo que tenían que ser. Aparecieron después de la música pero era como ‘che, este tema musicalmente nos está diciendo esto’. Entonces cayó así solo y se plasmó”, señala el compositor del álbum que promete fusiones entre el indie, el jazz, el soul y R&B. “Fue mágico porque lo fonético llevó a las sílabas y las sílabas a las palabras. Y a medida que se iba armando daba la sensación de que podían ser otras palabras y cuando hicimos el rompecabezas había un montón de información”, continúa su compañera de fórmula. “El disco que se viene propone viaje psicodélico marcado por el groove. Estamos en el dilema de sacarlo o esperar y que sigan rodando un poco más los singles hasta que se levante la cuarentena y podamos presentarlo en vivo”, retoma el fundador de la agrupación. Y a esta altura no parece importar si el día del estreno está soleado, llueve, truena o diluvia. La clave está en que salga un once. Con eso les basta y les sobra.